Durante una conferencia de prensa esta mañana, el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, exhortó a la ciudadanía a mantenerse alerta durante el paso cerca de la isla de la tormenta tropical Fiona.
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Según dijo Pierluisi, la tormenta luce mucho más organizada hoy de lo que estaba anoche, lo que representa un mayor riesgo para el archipiélago.
“En particular en horas de la noche de hoy habrá mayor peligro por lluvias y deslizamientos acompañados de ráfagas fuertes, especialmente en los pueblos de la montaña”, dijo el gobernador desde la cede del Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD).
“Le pedimos al pueblo que no salga después del mediodía de hoy. A parte del aviso, se mantiene una vigilancia de inundaciones repentinas para todo Puerto Rico, que se extiende hasta el lunes por la tarde”, añadió.
El gobernador informó que la tormenta continúa mostrando un patrón de organización y a eso de las 11:00 a.m. de hoy se emitió finalmente la vigilancia de huracán para toda la isla.
“Es importante que mantengamos la calma, pero que estemos activos con nuestra seguridad especialmente personas en lugares propensos para inundaciones”, aseguró.
Pierluisi indicó además que todo el gobierno se encuentra activo y preparado a través de sus agencias, que ya han implementado sus planes de contingencia. El gobernador dijo que ya se emitió una orden de emergencia estatal y se encuentra en conversaciones con el gobierno federal para declarar a Puerto Rico zona de emergencia de ser necesario.
“Como informamos ayer, ya tenemos la reserva de emergencia del gobierno de $550 millones disponibles y ya la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) dio el visto bueno”, aseguró.
Pierluisi anunció también una orden ejecutiva declarando ley seca desde la tarde de hoy sábado hasta la noche de mañana, domingo y se activó a la Guardia Nacional para asistir en la respuesta de emergencia.
A eso de las 11:00 a.m. los vientos de la tormenta se mantenían en 60 millas por horas con una velocidad de traslación de 15 a 20 millas por hora, lo que provocaría un paso más lento cerca del archipiélago. Pierluisi no descartó que, durante el paso de la tormenta por el suroeste de Puerto Rico, aumente sus vientos y se convierta en un huracán.
Se espera que, a su paso, el fenómeno deje en Puerto Rico de unas seis a 10 pulgadas de lluvia.