La violencia en Estados Unidos, nuevamente coloca al país más poderoso del mundo en el ojo del huracán.
El tiroteo en una escuela de Texas, que terminó con la vida de 19 niños y dos maestras vuelve a poner en jaque a las leyes de la nación y su flexibilidad para la adquisición de las armas.
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La masacre de Uvalde causó una gran conmoción a nivel nacional y mundial.
Derecho a portar armas, un problema en Estados Unidos
El hecho ha llegado a la política estadounidense, que como casi todos los temas de relevancia, a polarizar a los partidos.
Los republicanos, que defienden el derecho a portar armas, sostienen que el tiroteo en Texas está relacionado con una crisis mental que existe en el país de las barras y las estrellas.
Mientras tanto, los legisladores demócratas y distintas personalidades aseguran que el verdadero problema de las constantes agresiones es la facilidad con la que el atacante consigue armas.
De hecho, The New York Times realizó un análisis de los tiroteos públicos en los países desarrollados en los que fallecieron cuatro personas o más, entre 1998 y 2019.
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El estudio coloca a Estados Unidos en el primer lugar, con 101 tiroteos de este tipo, superando en gran medida a los siguientes países: Francia (ocho), Alemania (cinco) y Canadá (cuatro).
La Segunda Enmienda
El problema de la violencia armada en la nación norteamericana radica en la Segunda Enmienda, que protege el derecho a tener y portar armas. Por ello, es muy sencillo obtener estos artefactos en algunos estados.
Texas, donde se dio el tiroteo en la escuela, es uno de ellos. Apenas el año pasado, aprobó una ley que permite a sus residentes el libre porte de pistolas y revólveres sin necesidad de obtener una licencia o tomar capacitaciones de algún tipo.
Así, el atacante, que fue identificado como Salvador Ramos, compró dos rifles de asalto y cientos de municiones cuando cumplió 18 años.
A pesar de las decenas de tiroteos, restringir las armas ha sido complicado para los demócratas, debido al apoyo de los republicanos a la Segunda Enmienda.
De hecho, muchos de los candidatos conservadores que se presentarán para las elecciones intermediarias de noviembre han usado las armas de fuego como temas de conversación o motivos visuales de sus anuncios de campaña.
