El director de la Oficina para el Licenciamiento e Inspección de Cáñamo (OLIC) del Departamento de Agricultura, Irving Rodríguez, explicó que como regulador no recomiendan el Delta-8 THC para condiciones de salud, pero aseguró que este derivado del cáñamo si se produce en Puerto Rico es seguro.
De esta forma, el funcionario reaccionó a una historia publicada por Metro que documentó la reacción adversa de dos jóvenes que recibieron el producto en un muestreo de promoción en la playa. Aunque, la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) advirtió que “muchos” de estos productos podrían trabajarse en laboratorios clandestinos; Rodríguez dijo que como regulador en Puerto Rico puede garantizar la calidad de los que se trabajan localmente.
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Una de las preocupaciones de la OLIC cuando se reguló el cáñamo fue que, al ser tan poca la cantidad de Delta-8 THC que se puede extraer de una planta, esta se sintetiza en laboratorios utilizando solventes. “Cuando no había regulación uno de los problemas más grandes que teníamos eran estos productos porque ya estaban en todos los mercados y muchos de estos no se producían en Estados Unidos”, aseguró Rodríguez.
Una de las preocupaciones de la OLIC cuando se reguló el cáñamo fue que, al ser tan poca la cantidad de Delta-8 THC que se puede extraer de una planta, esta se sintetiza en laboratorios utilizando solventes. “Cuando no había regulación uno de los problemas más grandes que teníamos eran estos productos porque ya estaban en todos los mercados y muchos de estos no se producían en Estados Unidos”, aseguró Rodríguez.
“Hacemos pruebas de laboratorio y todo el mundo que sea distribuidor en Puerto Rico debe tener una licencia con nosotros, tener un inspector asignado, deben tener unos informes trimestrales y anuales, tienen que presentarnos su inventario, tienen que enseñarnos dónde están vendiendo estos productos”, indicó Rodríguez.
La OLIC ha otorgado 66 licencias de cultivos, 88 de productos de importación y distribución, 22 de manufactura, nueve de investigación, cuatro de laboratorios y dos licencias de importación de semillas.
En cuanto a los puntos de venta de los productos de Delta-8 THC, al ser una sustancia legal, pueden venderse en cualquier lugar y hasta repartirse como muestra.
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“Esto (el Delta-8 THC) no es un medicamento así que nosotros como oficina y como Departamento de Agricultura no recomendamos la utilización de nada, simplemente regulamos. Yo tengo una ley federal (Farm Bill) que me dice que tengo que darles licencia a las personas que hacen esto”, dijo Rodríguez.
¿Cómo el consumidor sabe si el producto pasó por las pruebas y si es seguro? “El etiquetado debe tener la procedencia, eso te da una guía de si es o no de Puerto Rico. Si es de Puerto Rico lo puedes coger a ojos cerrados. Pero cuando vienen de afuera deben tener la procedencia, los porcientos de los ingredientes que tienen, y si no tiene una de esas dos cosas ya tienes que levantar bandera”, según Rodríguez.