Por siglos, el café es un gran aliado para casi todos los seres humanos del planeta, destacándose su consumo en los desayunos. Sin embargo, aproximadamente hace diez años la fusión del café verde ha recalado en el ambiente gastronómico, en presentaciones de bolsitas, molido o en suplementos alimenticios que, según muchos especialistas, entrega beneficios para la salud.
Este ácido clorogénico tiene un alto poder antioxidante y también afecta positivamente a la pérdida de peso: acelera el metabolismo, regula la glucosa en sangre y reduce la cantidad de grasas presentes en nuestro cuerpo.
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Beneficios del café verde
Elodia Puig, nutricionista de la Comisión de Sostenibilidad Alimentaria de la Comunidad Valenciana, indicó que: “El café verde, al no haber sido tratado previamente, mantiene sus propiedades y elementos originales. Con respecto a sus características organolépticas, podemos decir que no tiene ni el color ni el aroma del café tostado”.
El café verde proviene del grano de la planta del cafeto (coffea) que no se somete a ningún tratamiento de tostado. Es rico en ácido clorogénico (tiene la capacidad de ayudar a quemar grasas) y, entre sus beneficios, colabora en la pérdida de peso, en el mantenimiento de los niveles normales de glucosa en sangre y en prevención cardiovascular.
El café verde contiene más agua y menos cafeína, pero también más antioxidantes debido a que durante el tratamiento del tostado, con las altas temperaturas, se transforman algunos compuestos del café.
Entre sus diversos beneficios también se destaca que absorbe la glucosa, ofreciendo la famosa propiedad adelgazante. También se le atribuyen los efectos saludables, saciante, adelgazante, antiinflamatorio, beneficios en el sistema cardiovascular, regulador de los niveles de azúcar en sangre y energizante.
Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, resalta en el medio TN, la diferencia entre el café verde y el tostado de la siguiente manera: “Cuando se tuesta el grano de café, se consigue concentrar los sabores y la cafeína porque evaporamos el agua. Además, se desarrollan esos aromas a tostado que caracterizan al café normal, que ocurren por las reacciones de Maillard (conjunto de reacciones químicas producido entre las proteínas y los azúcares de los alimentos a altas temperaturas y que genera color, sabor y olor a tostado)”.