Cuando en Puerto Rico se piensa en consumir vino blanco español la referencia inmediata es al albariño. No es casualidad que en nuestro archipiélago caribeño podamos encontrar presencia de 28 bodegas y cerca de 50 marcas de la Denominación de Origen (D.O.) Rías Baixas.
De hecho, Puerto Rico es el tercer mercado extranjero para la D.O. gallega. Y si miramos los números desde nuestra jurisdicción, los vinos de Rías Baixas representan cerca del 20% de los españoles que se importan a Puerto Rico. Por ese vínculo, los puertorriqueños se unen a la distancia a la famosa Festa do Albariño que celebra esta semana España en honor a una de las uvas nobles del mundo, capaz de crear vinos de distintos estilos, para toda ocasión y con gran aptitud gastronómica.
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Allá en el Viejo Mundo, uno de los nuestros Nicky Jam será parte de la tradicional fiesta. Mientras acá en el Caribe hay varias actividades que ya comenzaron para celebrar una uva que es mucho más que vinos jóvenes y frescos para ir a la playa.
Esta semana, el Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas propició un encuentro de algunas de elaboraciones premium y singulares de sus vinos disponibles en Puerto Rico con la creatividad culinaria más distintiva de la alta cocina del chef puertorriqueño Carlos Portela en Orujo Taller de Gastronomía. El talentoso cocinero deleitó a los asistentes con un extenso menú de degustación que cinceló alimentos puertorriqueños desdoblados en aperitivos, platos de pescado, carne y otras delicias. Sus sabores se fundieron con ocho etiquetas que recorrieron diferentes molduras y edades de los albariños de la D.O. Rías Baixas como fueron el Señorío de Rubiós Brut Nature, espumoso elaborado con segunda fermentación en botella; el Cinco Islas Oro, con un origen en cepas centenarias y pensado para largas guardas; el Attis Embaixador, con elaboración parcial en granito, un material que comienza a ponerse de moda entre las bodegas de la denominación; el Fefiñanes III Año, con vocación de perdurar y una larga crianza en depósito de acero inoxidable antes de embotellar; el Terras Gauda Etiqueta Negra, un albariño fermentado y envejecido en madera; o el Paco & Lola No. 12, un albariño semidulce.
Metro experimentó el balance perfecto entre la selección de vinos con los platos elaborados por Portela. “Los vinos de la D.O. Rías Baixas siempre han tenido presencia en el restaurante, pero este ejercicio ha permitido descubrir nuevas propuestas y elaboraciones, así como confirmar la versatilidad de la uva albariño y otros vinos de la denominación como armonía para nuestras creaciones culinarias”, indicó el cocinero.
Los sabores de Orujo también permitieron conocer una oferta vínica que trascendió la albariño, con copas de La Mar, un blanco de la variedad caíño blanco, y de Abade de Couto El Rebelde, un ensamblaje de brancellao, sousón y caíño tinto recién llegado al mercado de Puerto Rico y el primer tinto de la D.O. Rías Baixas disponible en la Isla.
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Actualmente hay 39 bodegas en la región gallega que elaboran vino tinto. Y es que hay muchas variedades autóctonas que se están investigando en Rías Baixas. De hecho, una Misión Biológica trabaja mano a mano con los bodegueros para explorar las posibilidades de las uvas en la zona.
Otras actividades programadas en Puerto Rico para celebrar estos vinos son: “Degusta una muestra de la Festa do Albariño en El Hórreo de V. Suárez que se celebrará mañana sábado, 6 de agosto, luego el miércoles 24 de agosto se efectuará la “Noche de Vinos y Gastronomía dedicada a los albariños de la DO Rías Baixas” en Il Nuovo Mercato en The Mall of San Juan. La celebración se extiende hasta septiembre cuando el jueves, 8 del próximo mes se efectúe la cata educativa “Conoce la DO Rías Baixas y sus blancos y espumosos de albariño” en El Almacén del Vino de B. Fernández. Previamente hubo sesiones educativas en The House Caparra y La Enoteca de Ballester.
La Festa do Albariño se remonta a 1953 cuando un grupo de amigos que elaboraban vinos a partir de la variedad albariño decidió celebrar en la villa costera y pesquera de Cambados una competencia para escoger al mejor vino de albariño de la añada 1952. En aquel entonces eran los tintos los vinos que abundaban en Rías Baixas, pero los blancos de albariño eran reconocidos por su calidad y personalidad.
Ubicadas en el noroeste atlántico de España, las Rías Baixas son un territorio bañado por el Océano Atlántico, con un clima templado, humedad y un suelo de granito, elementos que conforman una ecuación favorable para el cultivo de la albariño, una variedad ancestral y autóctona de Galicia, aromática y de elevada acidez, que ha tenido un enorme crecimiento internacional.
“Si el vino es un buen vehículo para la amistad, a través del vino albariño ha surgido una corriente imparable de amistad entre los puertorriqueños y quienes somos parte de la denominación de origen Rías Baixas, que ha venido a sumarse a los íntimos lazos ya existentes entre Galicia y España entera y el pueblo de Puerto Rico”, afirmó Juan Gil de Aráujo, Presidente del Consejo Regulador de la DO Rías Baixas.