El cese de soporte de WhatsApp para sistemas operativos obsoletos se ha materializado este mes. La aplicación de mensajería dejará de funcionar en millones de smartphones que no pueden actualizar a Android 5.0 o iOS 12.
Este es un movimiento que fuerza a los usuarios de modelos clásicos a migrar de dispositivo. La medida busca garantizar la seguridad y las nuevas funciones de la plataforma.
El cese de soporte: Un proceso inevitable
WhatsApp, propiedad de Meta, actualiza constantemente sus funciones y protocolos de seguridad, lo cual exige que los dispositivos de los usuarios puedan soportar las nuevas arquitecturas de software. Por esta razón, la compañía realiza periódicamente una “limpieza” en su base de soporte para centrarse en los sistemas operativos más modernos.
Este mes de noviembre de 2025, la aplicación ha cortado el soporte a cualquier dispositivo que opere con versiones inferiores a Android 5.0 (Lollipop) y iOS 12. Si bien esta decisión es fundamental para implementar protocolos de cifrado más robustos y nuevas características de la plataforma (como las encuestas o las videollamadas con efectos), el impacto directo recae sobre los usuarios de smartphones clásicos.
¿Por qué la aplicación deja de funcionar?
La decisión no es arbitraria. Los sistemas operativos muy antiguos, como versiones anteriores a Android 5.0 o iOS 12, carecen de las APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) y los parches de seguridad necesarios para garantizar el funcionamiento correcto de las nuevas funciones de WhatsApp.
Cuando el soporte cesa, la aplicación deja de recibir actualizaciones de seguridad. Con el tiempo, esto puede generar fallos de conexión, bugs, y, eventualmente, la imposibilidad de iniciar sesión o de enviar y recibir mensajes de forma fiable. Este cese de soporte efectivo obliga al usuario a actualizar su teléfono o a quedarse sin el servicio de mensajería más popular del mundo.
La lista completa de dispositivos afectados
Los usuarios que deseen seguir utilizando WhatsApp deberán asegurarse de que su teléfono pueda actualizar, al menos, a Android 5.0 o iOS 12.
Aquí está la lista de algunos de los modelos más populares que quedan fuera de la actualización y que dejarán de tener soporte:
| Fabricante | Modelos de Smartphone Afectados | Sistema Operativo Mínimo Requerido |
|---|---|---|
| Apple (iPhone) | iPhone 5, iPhone 5C, iPhone 4S y anteriores | iOS 12 |
| Samsung | Samsung Galaxy S3, Samsung Galaxy S4 Mini, Galaxy Ace 2 | Android 5.0 |
| LG | LG Lucid 2, LG Optimus F7, LG Enact, LG Spectrum 2, LG Optimus L3 II | Android 5.0 |
| Sony | Sony Xperia M, Sony Xperia Z, Sony Xperia C | Android 5.0 |
| Huawei | Huawei Ascend D2, Huawei Ascend G740, Huawei Ascend Mate | Android 5.0 |
| Otras Marcas | ZTE Grand S Flex, ZTE V956, Archos 53 Platinum, HTC Desire 500 | Android 5.0 |
Si tu dispositivo se encuentra en esta lista o tiene más de 8 a 10 años de antigüedad, es probable que debas considerar la migración a un modelo más reciente para mantener la aplicación activa y segura.
¿Por qué esto afectó a estos sistemas operativos?
La decisión de cortar el soporte a versiones aparentemente antiguas como iOS 12 (lanzado en septiembre de 2018) es un recordatorio directo de la obsolescencia tecnológica forzada. El punto clave no reside en la versión del sistema operativo en sí misma, sino en la capacidad de los smartphones más viejos de procesar las APIs y protocolos de seguridad que requiere WhatsApp en 2025. Los dispositivos que hoy quedan fuera son aquellos que se detuvieron en versiones previas (como el iPhone 5 y 5C, que no pueden actualizar más allá de iOS 10), haciéndolos incompatibles con las nuevas arquitecturas de cifrado y funciones.
Aunque WhatsApp ha demostrado una longevidad notable al mantener el soporte hasta 2025 para una base de software de 2018, la desconexión se hace inevitable para garantizar la seguridad. Los sistemas operativos obsoletos no reciben los parches de seguridad críticos emitidos por Apple o Google. Al operar con software desactualizado, WhatsApp no puede asegurar la integridad de su cifrado de extremo a extremo ni proteger a los usuarios de vulnerabilidades conocidas, obligando a Meta a tomar la decisión de priorizar la seguridad de toda la red sobre la compatibilidad con el hardware de una década de antigüedad.

