El cosmos sigue sorprendiendo a los astrónomos con fenómenos de una magnitud que obliga a reevaluar las leyes del universo. Científicos de la NASA han anunciado el descubrimiento de una supertormenta galáctica que está siendo expulsada por un agujero negro supermasivo en una galaxia distante. A diferencia de las tormentas terrestres, este evento es una eyección de gas a una velocidad impresionante: casi un tercio de la velocidad de la luz, lo suficientemente rápido como para remodelar el paisaje cósmico de la galaxia.
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Este hallazgo es crucial porque, si bien las tormentas cósmicas son conocidas, la velocidad y la intensidad de esta en particular no tienen precedentes. El fenómeno, descrito como una ráfaga de “balas de gas”, se propaga a cerca de 90.000 kilómetros por segundo, desafiando las teorías previas sobre la potencia máxima de los vientos impulsados por agujeros negros. La detección sugiere que estos eventos violentos son un mecanismo fundamental, no un caos aislado, en la evolución y la formación de estrellas y galaxias.

Naturaleza del fenómeno: Un agujero negro desencadenando el caos
En el centro de la mayoría de las galaxias se encuentra un agujero negro supermasivo, gigantes que pueden ser millones o incluso miles de millones de veces más grandes que nuestro Sol. La supertormenta observada por la NASA se origina cuando la materia (gas, polvo o incluso estrellas enteras) es atraída hacia este gigante. Una cantidad asombrosa de energía se libera en el proceso, aunque gran parte es atrapada, otra es expulsada hacia afuera en forma de radiación y vientos violentos.
En este caso, lo que los instrumentos de la NASA captaron no fue un suave flujo de gas, sino una erupción con una velocidad extrema. La fuerza de este “viento” es tal que es capaz de influir en la materia de la galaxia y su entorno. La eyección es tan poderosa que la velocidad del gas expelido es equivalente a dar la vuelta a la Tierra unas 2.000 veces en menos de un segundo.

La observación clave y la diferencia con otras tormentas
La observación se realizó mientras los instrumentos de la NASA estudiaban el comportamiento de un agujero negro distante. Las supertormentas galácticas se han detectado anteriormente, pero la intensidad de esta nueva revelación es lo que la hace singular. La velocidad de las “balas de gas” desafía las predicciones científicas sobre la velocidad máxima posible para los vientos impulsados por los agujeros negros.
Esta diferencia implica que estos fenómenos no son solo un “estallido de caos”, sino posiblemente un mecanismo de retroalimentación cósmica clave. La intensidad de la supertormenta puede explicar por qué algunas galaxias detienen abruptamente su proceso de formación estelar, mientras que otras experimentan nuevos y repentinos estallidos de actividad.
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Creación y destrucción: La dualidad de la evolución galáctica
El descubrimiento subraya que, en la galaxia, el caos y la creación a menudo van de la mano. Si bien la supertormenta parece ser un evento puramente destructivo, al lanzar materia a velocidades extremas, es simultáneamente una fuente de vida cósmica. La dispersión de este material esparce los bloques de construcción necesarios para el siguiente ciclo de formación estelar y planetaria.
La detección de esta supertormenta por parte de la NASA nos recuerda que el universo está lejos de ser estático y pasivo. Los astrónomos continúan explorando cómo los eventos más violentos, como la erupción de un agujero negro, son esenciales para guiar la evolución de las galaxias y la distribución de la materia que, miles de millones de años después, podría albergar nuevos mundos.