Francesca Dominici, científica de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, ha emitido una contundente crítica sobre la dirección actual en el desarrollo de la inteligencia artificial, particularmente aquella que se enfoca en la generación de contenido trivial.
La experta, conocida por su trabajo en modelos de IA y machine learning aplicados a la salud ambiental y el impacto del cambio climático, calificó la práctica de crear lo que denomina “IA tonta” para videos de entretenimiento como “totalmente irresponsable”.
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La raíz de su objeción se centra en la distribución de recursos y el impacto ambiental del desarrollo de modelos de gran escala. Dominici argumenta que la creación y el entrenamiento de grandes modelos de lenguaje y generación de contenido, como los utilizados para generar videos de entretenimiento, conllevan un vasto consumo energético y una significativa huella de carbono.

Prioridad Ética y Científica
La posición de la científica de Harvard apunta a un dilema ético en la industria tecnológica: el uso de recursos computacionales masivos para fines recreativos, mientras que campos críticos como la salud pública, la crisis climática o la investigación médica (áreas en las que la propia Dominici utiliza la IA) podrían beneficiarse significativamente de esa capacidad.

Según su perspectiva, la prioridad en el despliegue de la IA debería estar en aquellas aplicaciones con potencial para generar un impacto social positivo y responder a amenazas ambientales y de salud. Al calificar esta tendencia como “irresponsable”, Dominici subraya la necesidad de que la comunidad científica y las empresas tecnológicas establezcan un marco ético y de sostenibilidad más riguroso en el desarrollo de la inteligencia artificial.