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Superman no siempre fue un boy scout: Al principio fue un justiciero social bastante radical

En sus primeros días, Superman azotaba corruptos y derribaba bloques enteros para mejorar barrios marginales.

Superman 2025
Superman David Corenswet interpreta al nuevo Superman en la película dirigida por James Gunn, que lideró la taquilla global con más de 217 millones de dólares en su primer fin de semana (Suministrada)

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En plena “Gran Depresión”, cuando Hollywood estrenaba películas de gánsteres y la gente temblaba por su empleo, el primer superhéroe de todos los tiempos no llegó para repartir caramelos: apareció gritando “¡soy el Campeón de los Oprimidos!” y se puso a derribar calabozos, echar abajo cabilderos y exigir reformas urbanas sin pedir permiso.

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De tragedia familiar a revolución social

Nacido en junio de 1938 en las páginas de Action Comics #1, Superman emergió como reflejo de un país hastiado de la pobreza y la injusticia. Sus creadores, Jerry Siegel y Joe Shuster, hijos de inmigrantes judíos, canalizaron la rabia de aquel joven varón contra un sistema que aplastaba gente corriente.

La muerte del padre de Siegel en un robo a la sastrería familiar marcó el destino del personaje: pocos disfraces han llevado tanto rencor… ni tanto deseo de justicia.

“El reinado del súperhombre”: orígenes oscuros

Antes de la capa azul, hubo un relato en 1933 —El reinado del súperhombre— donde un científico obsesionado crea un ser telepático que lo destruye sin dudar, en un eco moderno de Frankenstein.

Aquella primera versión, cargada de arrogancia y castigo, distaba mucho del campéon sonriente que hoy conocemos; pero sembró la semilla de un héroe capaz de cuestionarlo todo: desde laboratorios secretos hasta malas intenciones ocultas tras trajes caros.

Justiciero urbano: más allá de monstruos y villanos pulposos

Los cómics de los años 30 aún vivían de dinosaurios y científicos locos, pero Superman se centró en temas bien terrenales: en Guerra en Sante Monte se enfrentó a un lobbista corrupto sobornando políticos; en Superman Battles Death Underground destapó explotadores en una mina mortal; y en Superman en los barrios bajos demolió edificios ruinosos para forzar la construcción de viviendas dignas.

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¿Poco sutil? Claro, pero ¿qué tan elegante fue la Depresión para tanta gente?

La metamorfosis del Hombre del Mañana

El salto a la radio, el cine y las tiras sindicadas suavizó al justiciero. A medida que Estados Unidos se preparaba para la Segunda Guerra Mundial, el enfoque pasó de la crítica social directa a misiones más “familiares”: detener criminales, echar abajo villanos alienígenas y repartir esperanza con esa sonrisa de siempre.

Pronto, el apodo de “Gran Boy Scout Azul” se impuso en la cultura popular.

Radicalidad renacida en el cómic moderno

No obstante, el espíritu contestatario nunca murió del todo. En 2024, la línea “Absolute Superman” miscelánea recuperó el temperamento explosivo de aquel primer campeón.

Jóven, furioso y poco dado a contenerse, el nuevo Superman libera obreros de minas brasileñas y desmonta consorcios explotadores con la misma furia de los años 30. Quizá, al fin, el título de “Campeón de los Oprimidos” vuelva a florecer… al menos en las viñetas.

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Con capa o sin ella, la cara más cruda de Superman sigue viva: un recordatorio de que incluso el héroe más brillante puede, y a veces debe, ensuciarse las botas para construir un mundo más justo.

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