Aunque los sistemas de navegación han hecho que viajar sea más fácil que nunca, depender completamente del GPS podría no ser tan buena idea. Investigadores en Estados Unidos y Alemania descubrieron que las malas decisiones al volante, influenciadas por instrucciones de navegación, pueden tener consecuencias fatales.
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“Muerte por GPS”: no es una exageración
El estudio, liderado por expertos de EE. UU. y Bremen, analizó una serie de accidentes en los que el GPS jugó un papel crucial.
El término “muerte por GPS” hace referencia a casos extremos: conductores que, sin cuestionar la ruta indicada, terminaron en situaciones peligrosas —como perderse en el desierto, caer al agua o manejar durante kilómetros por el carril equivocado.
Sí, suena increíble, pero ocurrió: un conductor condujo casi 50 kilómetros en sentido contrario simplemente porque “el GPS lo decía”.
¿Qué tan peligroso puede ser un navegador?
Más allá de las rutas inusuales, hay otros riesgos. En algunos casos, los dispositivos provocaron distracciones fatales. Un conductor atropelló a un ciclista mientras intentaba hacer zoom en el mapa de navegación.
Otros choques se debieron a instrucciones mal interpretadas o rutas poco apropiadas para el tipo de vehículo, como enviar un auto deportivo por un camino de tierra diseñado para todoterrenos.
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El clima también entra en juego. Un camino recomendado por el GPS en verano puede volverse intransitable con nieve o lluvias fuertes, algo que el navegador simplemente no tiene en cuenta.
Los números detrás del problema
El estudio documentó 52 muertes confirmadas relacionadas directamente con el uso inadecuado del GPS, además de decenas de heridos. Lo más preocupante: muchas de estas situaciones podrían haberse evitado con un poco de sentido común.
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¿Qué recomiendan los expertos?
Antes de lanzarte a la carretera, asegúrate de revisar la ruta completa, considera el clima, las condiciones del camino y si tu vehículo está preparado para ese tipo de viaje. Y sobre todo, no dejes que el GPS tome todas las decisiones por ti.
