Era cuestión de tiempo. La revolución silenciosa del streaming finalmente dejó atrás a la televisión tradicional. En mayo, los servicios on demand captaron casi la mitad del tiempo total que los estadounidenses pasaron frente a la pantalla, según el último reporte de Nielsen.
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Un punto de inflexión que confirma lo que muchos ya intuían: ver TV como antes ya no es la norma.
Streaming: el nuevo rey del living
Según el informe mensual The Gauge, publicado por Nielsen, el 44.8% del consumo televisivo en Estados Unidos en mayo se realizó vía plataformas de streaming. Esto supera ampliamente a la televisión por cable (24%) y a la televisión abierta (20%).
La diferencia ya no es simbólica. Es un cambio de poder.
YouTube arrasa (y sin gastar en series)
Uno de los datos más llamativos del informe es que YouTube, sí, YouTube, fue la plataforma más vista en mayo: acaparó el 12.5% del total de audiencia televisiva. Nada mal para un servicio basado en videos cortos, tutoriales, gameplays y contenido generado por usuarios.
El crecimiento también se refleja en las plataformas gratuitas con publicidad. Pluto TV, Roku Channel y Tubi —sí, ese Tubi del que todos hablan últimamente— ya suman el 5.7% del consumo total de TV, según Nielsen. Gratis y con anuncios, pero cada vez más vistos.
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La pandemia aceleró lo inevitable
Aunque la tendencia ya venía en alza, el confinamiento por COVID fue el empujón definitivo. Con millones de personas encerradas en casa, el streaming se volvió la opción más cómoda, personalizada y flexible. Lo que empezó como hábito temporal se consolidó como nueva costumbre.
Hoy, la mayoría prefiere ver lo que quiere, cuando quiere, sin depender de horarios ni grillas televisivas.
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¿Qué significa esto para la industria?
Más allá de la estadística, esta transformación cambia las reglas del juego. Para los anunciantes, significa replantear dónde y cómo poner su dinero. Para los creadores, entender que la competencia no solo está en el prime time, sino también en el algoritmo.
Y para los canales tradicionales… bueno, el futuro pinta desafiante.