Cada día trae un nuevo problema para Elon Musk, el CEO de la red social Twitter. Un hacker dice tener datos robados de 400 millones de usuarios, incluyendo personalidades como Donald Trump Jr., Piers Morgan y Alexandria Ocasio-Cortez.
El hacker, llamado Ryushi, pide el pago de 200 mil dólares para una venta exclusiva, si no, se venderán copias a 60 mil dólares cada una.
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Los datos incluyen números de teléfono y direcciones de correo electrónico.
Aunque Musk no estaba al frente de Twitter cuando ocurrió el hackeo, sí le afecta en caso de alguna multa.
Bleeping Computer informó que el pirata exploró una vulnerabilidad previamente asociada con una violación de datos de 5.4 millones de usuarios, reparada en enero de 2022. El portal verificó dos de los perfiles de Twitter filtrados.
Aunque el analista Hudson Rock dijo que las muestras “parecen legítimas”, no pudo confirmarse si efectivamente hay 400 millones de usuarios en la base de datos.
La amenaza del hacker a Twitter y a Elon Musk:
Ryushi publicó su amenaza a Twitter en el foro de piratería Breached:
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“Twitter o Elon Musk, si (el CEO de la empresa) está leyendo esto, ya se está arriesgando a una multa de GDPR por más de 5.4 millones de dólares en incumplimientos a 400 millones de usuarios. Su mejor opción para evitar pagar 276 millones de dólares en multas por incumplimiento, como lo hizo Facebook, es comprar estos datos exclusivamente”.
En la publicación, además, el actor de amenazas explica cómo se pueden usar esos datos para ataques de phishing y otras estafas.
Además de los números de teléfono y correos electrónicos, el hacker tiene en su poder nombres, nombres de usuario, números de seguidores, y fechas de creación de las cuentas, que son más irrelevantes.
Por el momento, ni Twitter ni Elon Musk han emitido declaraciones respecto al hackeo.
Musk compró la compañía en octubre pasado por 44 mil millones de dólares, y desde entonces realizó varios cambios que minaron la credibilidad de la plataforma, como una nueva forma de verificación y la reposición de cuentas suspendidas por uso de lenguaje de odio.
