El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a usar su cuenta de Twitter para golpear a sus aliados. Esta vez, el objetivo fue Alemania.
Después de haber declarado la semana pasada que los alemanes son “muy malos”, en relación al éxito de las marcas automotrices alemanas en el mercado estadounidense, esta vez ha relacionado este hecho con el gasto de Alemania en defensa y su aporte a la Otan.
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“Tenemos un déficit comercial MASIVO con Alemania, además ellos pagan MUCHO MENOS de lo que deberían a la Otan. Muy mal para USA. Esto va a cambiar”, fue el mensaje de Trump.
Las relaciones entre Estados Unidos y Alemania desde que Trump asumió en la Casa Blanca han empeorado. Desde el comentado desaire del presidente de EEUU a la canciller alemana Angela Merkel durante su visita a Washington, cuando no quiso estrechar su mano frente a la prensa, hasta los últimos comentarios después de las reuniones de la Otan y del G7, todo parece estar dentro de la política del “Estados Unidos primero”.
“Europa tiene que depender de sí misma”, dijo Angela Merkel justamente después de la cumbre de la Otan en Bruselas la semana pasada. Una declaración histórica, que marca el término de la política estadounidense por mantener su influencia y proveer seguridad a los países europeos.
“Los tiempos en los que podíamos depender completamente de otros, hasta cierto punto han terminado”. Angela Merkel
“En toda la historia de la Unión Europea, y en toda la historia de la República Federal Alemana durante la Guerra Fría, y en la de la Alemania reunificada, ellos han dependido de Estados Unidos para su seguridad”, dice a Metro Hans Kundnani, director de Investigación del Europe Program en el German Marshal Fund of the United States con base en Washington D.C y autor del libro “La Paradoja del Poder Alemán”. “Y ahora esto es una incertidumbre”, asegura.
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Según la revista Forbes, Alemania es el país con mayor superávit comercial del mundo: el año pasado fue de 253.000 millones de euros. Y para Donald Trump esto es motivo suficiente como para romper por 70 años de relaciones amistosas.
Para Trump, Alemania ya no es un aliado, sino un deudor comercial y potencial competidor.
“La política se ha personalizado en los niveles más altos”
Steven Keil
Investigador del The German Marshal Fund., con sede en Washington D.C.
¿Cómo se podría describir la actual situación entre Estados Unidos y Alemania?
– Después del primer viaje del presidente Trump al extranjero, el discurso político de alto nivel entre Alemania y Estados Unidos ha adoptado un tono más difícil. Si bien se ha hecho más eco de los dichos de la canciller Angela Merkel durante el fin de semana de lo que probablemente se pretendía, sus comentarios en defensa de una Europa más fuerte y la afirmación de que “los tiempos en los que podríamos confiar plenamente en otros han terminado” ciertamente son una señal de su decepción con la actual administración de EEUU. Estos comentarios provocaron una respuesta de Trump, quien continuó criticando a Alemania por su superávit comercial y su falta de gasto en la Otan, sugiriendo que “esto va a cambiar”.
¿Cómo puede ser explicado este cambio en el discurso de Estados Unidos en relación a Europa en general, y a Alemania en particular?
– La principal razón por la cual se percibe un giro político de Estados Unidos en relación a Europa es porque la política se ha personalizado en los niveles más altos. Y el presidente Trump ha tomado una postura muy poco ortodoxa en muchos de los temas políticos clave que importan para Europa en general y para Alemania en particular. En la administración previa, el presidente Obama y la canciller Merkel construyeron una relación muy cercana que marcó pauta en las relaciones entre ambos países.
El presidente Trump ha tomado una postura muy poco ortodoxa en muchos de los temas políticos clave que importan para Europa en general y para Alemania en particular”.
De todas formas, hubo muchos temas controversiales que salieron a la luz durante el periodo Obama, como la vigilancia, el intercambio de inteligencia, el TTIP y otros. Además, el presidente Obama, al igual que muchos presidentes antes que él (incluido el presidente Trump), presionó a los socios europeos para que asumieran más responsabilidades y aumentaran sus gastos de defensa. Sin embargo, algunos interlocutores y socios han percibido que las posiciones del presidente Trump sobre temas como la Otan (sobre todo en relación al artículo V) y la Unión Europea son frenéticas y trabajan en forma cruzada con Europa, Alemania y la relación transatlántica.
Si los Estados Unidos no son más confiables para Alemania, ¿cómo podría verse afectada su posición política?
– La versión pesimista es que si continúan las actuales tendencias de Estados Unidos, como parece estar pasando, la divergencia política entre Europa y Estados Unidos podría aumentar. Puede ser más probable que las relaciones transatlánticas superen las dificultades actuales, pero estas dificultades probablemente tendrán algún impacto, incluso si son temporales.