En La Fondita de Jesús, la celebración de Acción de Gracias es mucho más que un plato caliente, es un abrazo colectivo que simboliza hogar, comunidad y dignidad para cientos de personas sin hogar en la capital.
Este año, la organización marcó un momento aún más especial al celebrar su tradicional almuerzo mientras se prepara para conmemorar sus cuatro décadas de servicio a la sociedad puertorriqueña.
La directora ejecutiva, Geraldine Bayrón Rivera, destacó la importancia de esta actividad que marca oficialmente el comienzo de la Navidad en la institución. “Especialmente en esta época de Acción de Gracias es sumamente importante porque es, como quien dice, el comienzo de los festejos navideños. Este año es aún más especial porque durante estas navidades cumplimos nuestros cuarenta años sirviendo a la sociedad puertorriqueña”, expresó en entrevista con Metro Puerto Rico.

Para muchas de las personas que llegan hasta la Fondita, la festividad representa un respiro necesario ante la dureza del día a día. “Es ese abrazo colectivo que le damos a nuestros participantes. Les brindamos este espacio de hogar que todos tenemos el Día de Acción de Gracias en familia. Muchos de nuestros participantes están solos o están en calle, pero saben que un día como hoy llegan a la Fondita y van a celebrar en comunidad, van a celebrar en familia. Baila, juegan… Es un espacio de respiro”, explicó Bayrón Rivera.
Antes del almuerzo, la jornada incluyó una celebración espiritual auspiciada por la Iglesia Episcopal, un bingo entre participantes y empleados, una estación de piraguas, popcorn y otras dinámicas recreativas.
A las 11:30 a.m., comenzó el esperado almuerzo tradicional y compartir. “Se dan el gusto de comerse su pavito, ese arroz con gandules… empezamos la Navidad. Hoy también hicimos el encendido del árbol”, añadió.
El poder transformador del voluntariado
El evento es posible gracias a un robusto equipo de colaboradores y voluntarios, cuya labor —según Bayrón Rivera— es esencial para sostener la misión de la organización.
“Estas actividades se dan por colaboradores que donan este tipo de actividad… para nosotros también es ese compartir, porque tanto lo disfrutamos como los participantes. En la Fondita decimos que nos transformamos juntos; cada gesto crea una transformación para todos los que somos parte”, subrayó.
La directora recordó que la organización nació gracias a cinco voluntarias y que, cuatro décadas después, ese espíritu sigue siendo el corazón de toda la operación. “Nuestra cocina la corren diariamente grupos de voluntarios, que son los que cocinan y los que sirven. El área de ropa también la corren voluntarios… Sin ellos sería muy difícil llevar a cabo la operación”, indicó.

Los retos: fondos no restrictos y necesidades básicas que no pueden esperar
Aunque la Fondita cuenta con propuestas y fondos gubernamentales o privados para programas específicos, la directora detalla que uno de los mayores desafíos es contar con fondos no restrictos, que permiten sostener gastos operacionales y responder a necesidades urgentes.
“Un reto siempre es acceder a fondos no restrictos. Los fondos de agencia o fundaciones son para programas específicos, pero esos fondos que permiten mantener la operación vienen de donativos: en especie, en tiempo de voluntariado o monetarios”, explicó.
La directora profundizó en necesidades cotidianas que muchas veces damos por sentado:
“Nosotros tenemos duchas; ellos se bañan. Recibimos donativos, pero la ropa interior, por ejemplo, tenemos que comprarla. Productos de higiene como pasta, cepillos de dientes, enjuagador bucal… son cosas que damos por hecho, pero nosotros se los tenemos que proveer mientras están en calle”.
También explicó que el proceso de transición a vivienda es significativo y requiere apoyo:
“Cuando mudamos por primera vez a una persona a su apartamento, viene de la calle, así que tenemos que comprar todo: sábanas, fundas, cortinas de baño, toallas… esa primera ayuda para que puedan ir creando su rutina mientras se estabilizan”.
Bayrón Rivera agregó un detalle importante que a menudo pasa desapercibido: “A veces no recibimos tenis de tamaño pequeño para mujeres. Tristemente no piensan en lo difícil que es para una mujer ambular por las calles en chanclas”.
Cómo apoyar
La directora invitó a la ciudadanía a sumarse de distintas maneras:
“En nuestro website tenemos un listado de las cosas que también pueden donar, y el voluntariado es sumamente importante. Sin él, no podríamos tener la operación que tenemos”, afirmó.
La Fondita de Jesús acepta donativos monetarios a través de (ATH Móvil, PayPal, website), además donativos de productos de higiene, ropa interior, tenis, artículos esenciales, y tiempo como voluntario.
Para colaborar, las personas pueden comunicarse al 787-724-4051 o visitar lafonditadejesus.org.

