Sabrosía

Pasteles: tradición, sabor y balance en la mesa navideña

Para disfrutar nuestros platos típicos sin culpa y con conciencia cultural.

Navidad en Puerto Rico
Navidad en Puerto Rico Plato navideño

La Navidad en Puerto Rico tiene algo que la distingue del resto del mundo: es larguísima, es hermosa y, sobre todo, es sabrosa. Con cada parranda, reunión familiar y fiesta patronal llegan los platos que definen nuestra cultura culinaria. Y entre todos ellos, uno reina sin discusión: el pastel puertorriqueño.

Para muchos, la Navidad simplemente no existe sin pasteles, sin la flor de pascua adornando la casa y sin el sonido del cuatro acompañando la mesa. La licenciada Alana Marrero González, nutricionista/dietista puertorriqueña y educadora en diabetes certificada, destaca que nuestros alimentos navideños son más que recetas: son una expresión profunda de identidad. “No podría imaginar unas navidades sin pasteles”, afirmó.

El pastel es un alimento tan simbólico como nutritivo. Su masa, elaborada principalmente de viandas —plátano, guineos verdes, yuca o yautía— aporta energía, fibra y micronutrientes esenciales. En algunas familias incluso se preparan versiones hechas con arroz, demostrando la diversidad de esta tradición culinaria.

Según Marrero, un pastel promedio puede aportar alrededor de 450 calorías, cifra que puede variar según la proteína del relleno. Los ingredientes adicionales también enriquecen su perfil nutricional:

  • Las aceitunas suman vitamina A.
  • Los garbanzos añaden fibra.
  • Y la masa de viandas aporta una buena fuente de carbohidratos y nutrientes.

“Los pasteles son las estrellas del plato”, explicó Marrero. “Se ganan ese título por su sabor, su valor cultural y su aportación nutricional”.

Entonces, ¿cuál es el reto al comer pasteles?

La respuesta no está en el pastel, sino en lo que lo acompaña. La mesa navideña puertorriqueña suele combinarlo con arroz con gandules, ensalada de coditos y una proteína adicional, lo que crea un plato abundante y calóricamente denso.

Ahí, señala Marrero, es donde debemos hacer ajustes inteligentes. El pastel ya aporta energía, carbohidratos, fibra (si incluye garbanzos) y proteína del relleno. Por eso, la recomendación es aLa nutricionista insiste en que su mensaje no es restringir, sino educar: disfrutar nuestros platos típicos con orgullo, entendiendo su valor y su contexto nutricional. “Celebremos nuestra cultura y celebremos el valor nutricional de nuestros pasteles”, destacó.

Porque en Puerto Rico, la Navidad no solo se saborea, se honra, se comparte y se vive en cada receta que pasa de generación en generación.compañarlo con vegetales o ensalada fresca, permitiendo un balance ideal entre tradición y bienestar.

Lcda. Alana Marrero González, MHSN, LNDNutricionista/Dietista y Educadora en Diabetes Certificada

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