Las memorias pueden ser el ingrediente secreto de una gran experiencia gastronómica. En Meat Market Puerto Rico, esas evocaciones familiares —especialmente los recuerdos del chef ejecutivo, Troy Pyne, con su madre preparando raviolis en casa— inspiran el remozado menú que combina emociones, productos de alta gama y técnicas de alta cocina.
Bajo nueva administración, encabazada por Tim Wagner (presidente), Spenser Pomerantz (director de bebidas) y Stephen Gonzalez (gerente general), y con un espacio completamente renovado, el restaurante ubicado en el Hotel Fairmont San Juan presenta una propuesta que transforma las carnes premium, frutos del mar y cócteles de autor en obras gastronómicas, casi como piezas de conversación.
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Un ambiente rediseñado para compartir
El local luce ahora más amplio, luminoso y elegante. Sus espacios abiertos invitan a disfrutar entre amigos o colegas, mientras que los rincones más reservados se prestan para conversaciones íntimas. “Queremos que cada visita se sienta especial, ya sea para un encuentro en la barra o para una cena memorable”, comenta el equipo detrás de la remodelación, destacando el alto nivel de servicio.
La barra, una de las protagonistas de la experiencia, despliega una coctelería de autor que seduce desde el primer sorbo.
Some Like It Hot, envuelto en fuego, combina tequila Clase Azul Plata, frambuesas, tajín y un toque de habanero; mientras que el Juice Bomb, con tequila blanco y jugo de parcha y china, aporta un frescor tropical. Opciones como Guavita, Pineapple Express, Mojito Clarito, Lychee Martini, Old Fashioned y Aperol Spritz completan la carta líquida, ideal para iniciar la tarde con estilo durante el Happy Hour diario de 4:00 p.m. a 7:00 p.m.
Un menú que fusiona técnica y emoción
La cocina liderada por el equipo culinario de Troy Pyne, que abraza tanto los productos frescos y de alta gama como la memoria afectiva, se luce con platos que narran historias.
El toast australiano de Wagyu tartare, servido sobre pan tostado al ajo y coronado con aioli de trufa blanca, alcaparras y cebolla roja, permite comparar matices entre el Wagyu australiano y el americano.
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Una de las propuestas más emotivas es el ravioli brûlé, creación que el chef dedica a su madre, quien solía preparar raviolis y gratinarlos en parrilla de castaño como si fueran un crème brûlée. En su versión actual, el relleno mezcla ricotta, ají de trufa y pesto de queso de pollo, bañados en suave salsa pomodoro y sellados con una capa caramelizada que —según su autor— “debe romperse con un beso antes de probarse”.
Otra joya son los raviolis de Tristán, rellenos de pescado proveniente de las aguas remotas de Tristán da Cunha, un pequeño archipiélago británico en el Atlántico Sur, servidos con pimientos preparados en casa y salsa de dragón roja, un plato que evidencia el empeño del restaurante por llevar ingredientes casi imposibles de conseguir a Puerto Rico.
La carta se amplía con una selección de carnes que posicionan a Meat Market como referente gastronómico en el Caribe. Desde el filet mignon en distintos tamaños hasta el wagyu short rib braseado por 60 horas, pasando por el heritage reserve ribeye, el New York strip, el bone-in Kansas City strip y el cowboy ribeye. Cortes exclusivos como el Wagyu “Cowgirl”, el Wagyu Tomahawk australiano o el impactante Flaming Tomahawk de 64 onzas, servido con un espectáculo en mesa, encarnan la esencia del lugar.
Para quienes prefieren alternativas, destacan el MM Surf & Turf, que une filet mignon con cola de langosta caribeña; el Mango BBQ Chicken, el grilled churrasco de 8 oz y la MM Smash Wagyu Burger con cheddar y tocineta ahumada. La frescura también brilla en la sección Crudos & Shells, con propuestas como white truffle Wagyu tartare, tuna tartare con aguacate y crocante de wonton, ostras con mignonette y rábano picante, jumbo shrimp cocktail y king crab legs.
Los acompañantes creativos añaden textura y sabor: puré de papas con trufa blanca, lobster mac & cheese, coles de Bruselas glaseadas, gouda tater tots, potatoes Romanoff y broccolini con salsa romesco elevan cualquier elección.
El final perfecto lo aporta un cheesecake de calabaza cubierto con caramelo bourbon, nueces pecanas y crema especiada, un postre que celebra la llegada de la temporada otoñal.

Punto de encuentro para quienes disfrutan del buen comer
El restaurante también organiza eventos como Flame & Flirt – Speed Dating Exclusivo, que invitan a socializar en un ambiente fascinante.
En palabras del equipo: “Cada visita debe ser más que una cena: una experiencia que celebre la calidad de nuestros ofrecimientos y el placer de compartir”.