Por: Doreen Colondres
¿Quién dijo que el chocolate solo se lleva bien con el vino y a la hora del postre? Te invito a explorar una combinación diferente e irresistible: chocolate y cerveza.
Un poco de historia en cada bocado
El chocolate tiene raíces profundas en tierras latinas. Los mayas y aztecas ya lo consideraban un regalo divino, consumido en forma de bebida amarga y espumosa. Hoy, el proceso moderno del cacao incluye fermentación, secado, tostado y refinado, transformándolo en la delicia que conocemos.
Los principales países productores de cacao son Ecuador, Brasil, Costa de Marfil, Ghana, Indonesia y hasta el Caribe. Aunque también vale destacar a Venezuela y México, países donde el cacao no solo es cultivo, sino cultura viva.
Y si hablamos de calidad, recuerda que el verdadero chocolate es el que tiene alto contenido de cacao (70%+). No solo es más aromático y menos dulce, sino que también aporta antioxidantes y se dice que mejora el estado de ánimo, estimula el cerebro y hasta puede contribuir a la salud cardiovascular cuando se consume con moderación —como todo. Mientras más puro, más beneficio. El chocolate industrial, con exceso de azúcar, aditivos y grasas añadidas… ese no cuenta.
¿Y qué tiene que ver la cerveza? Mucho más de lo que imaginas. Las cervezas artesanales —en especial estilos como stout, porter, dubbel o algunas sour oscuras— comparten notas tostadas, amargas, frutales o especiadas que armonizan con los perfiles del chocolate negro, con leche, o incluso con toques salados o picantes.
El juego está en la textura y el contraste. Tanto el cacao como la cerveza tienen una complejidad química fascinante. Los taninos, las maltas tostadas, los azúcares y los aromas volátiles pueden chocar o bailar, dependiendo del balance. Aquí algunas ideas:
- Chocolate negro + stout imperial = intensidad y profundidad
- Chocolate con caramelo + brown ale = suavidad y delicadeza
- Chocolate con sal marina + porter o gose = juego de dulce/salado
- Chocolate con naranja o frutas secas + dubbel belga = especiado y sofisticado.
¿Te atreves? Celebra el mes del chocolate con una experiencia diferente. Invita a tus amigos, compra una selección de chocolates variados y explora sin miedo. Porque el resultado puede ser pura magia.