A través de recetas creativas elaboradas sin ingredientes de origen animal ni procesos de cocción, este espacio promueve una cocina nutritiva y deliciosa que invita a la pausa y a reflexionar sobre el bienestar en todos los sentidos.
Café El Pocito Dulce es un acogedor restaurante fundado por Juan Gabriel “Gaby” Rivera y Marideli Rivera, quienes han transformado una herencia familiar en una propuesta que fusiona coffee shop y cocina saludable, con un profundo sentido de propósito.
El nombre no es casualidad. Café El Pocito Dulce honra el legado del abuelo de Gaby, Don Rafito, quien, en su cafetín original, vendía verduras y café que cultivaba. Hoy, ese espíritu sigue vivo en cada taza, en cada receta y en la calidez con la que reciben a cada visitante.
La propuesta va mucho más allá del desayuno tradicional. Aquí se respira salud, se saborea innovación y se educa con dulzura. Su apuesta por el crudiveganismo no responde a una moda, sino a una invitación honesta a explorar nuevas formas de alimentarse con intención.
Entre sus productos más destacados, está el yogur crudivegano, una delicia fermentada en casa a base de cashew (nuez), cremosa, naturalmente dulce y beneficiosa para el sistema digestivo. Los sabores cambian cada semana —desde fresa hasta mangó o arándano— según la frescura de las frutas de temporada.
También sorprenden sus tartas crudiveganas, como el cheesecake (tarta de queso) de mangó, servidas en porciones pequeñas, ideales para conquistar a los paladares curiosos o escépticos. Bajo su concepto Vegan Rico, agrupan todos los productos de origen vegetal en una carta que celebra la variedad sin sacrificar sabor.
“Uno de nuestros objetivos es educar y motivar a las personas a conocer más sobre el crudiveganismo y explorar alternativas más saludables. Actualmente elaboramos yogures que pasan por un proceso de fermentación beneficioso para el sistema intestinal, aportando nutrición y salud. Los ofrecemos en sabores variados, y también contamos con tartas crudiveganas que son tan deliciosas como nutritivas”, explicó Marideli Rivera, copropietaria de Café Pocito Dulce.
Por otro lado, ofrecen un menú de brunch con diversas alternativas para complacer todos los gustos. La Tortilla Pocito Dulce, elaborada con vegetales, jamón y tostadas, puede acompañarse con unas irresistibles tostadas francesas a base de coco. Hay waffles veganos de calabaza, pancakes en versiones tradicional o vegana, sándwiches y platos contundentes, como el breakfast burger y el steak and egg con churrasco.
A esto se suman la avena diaria, la granola artesanal endulzada con dátiles, y una filosofía que evita azúcares refinadas para apostar por ingredientes reales y nutritivos.
Además de disfrutar del rico café, cuentan con una selección de vinos y mimosas elaboradas con distintos sabores, ideales para quienes desean complementar su experiencia con un toque especial.
Más que un café, Café El Pocito Dulce es una experiencia. Un lugar donde comer bien significa también sentirse bien. Donde la historia de una familia se transforma en una cocina que abraza a todos: desde quien busca un desayuno criollo hasta quien experimenta por primera vez con una tarta crudivegana.
El primer piso alberga un coffee shop con esencia de colmado, mientras que el segundo nivel ofrece una hermosa terraza al aire libre rodeada de plantas. Allí, las mesas —incluyendo la favorita, una mesa/columpio— crean un ambiente lúdico y acogedor para disfrutar cada bocado y capturar recuerdos.
Café El Pocito Dulce está ubicado en la carretera PR-152, sector Los Pomos, barrio Cedro Arriba, Naranjito, Puerto Rico. Puedes comunicarte al (787) 216-4645. Su horario es de lunes a sábado de 7:00 a.m. a 5:00 p.m. (con la cocina abierta hasta las 3:30 p.m.), y los domingos de 7:00 a.m. a 2:00 p.m. (cocina disponible hasta la 1:00 p.m.).
Para más información y actualizaciones, visita sus redes sociales: Instagram: @cafeelpocitodulce y Facebook: Café El Pocito Dulce