Por: Arantza González
Escoger colores oscuros para la decoración de cualquier espacio resulta ser un poco intimidante, ya que muchas personas entienden que estos crearán un ambiente asfixiante u opresivo. Sin embargo, estos tonos pueden ayudar a desarrollar estilos genuinos aportando elegancia y modernidad a cualquier espacio en donde se implementen. Cabe mencionar que son una buena manera de representar al dueño del hogar, negocio u oficina, ya que revela su seguridad.
Cuando hablamos de colores oscuros no nos referimos al negro solamente, sino que también a tonos opacos, entre ellos el azul, verde, marrón y violeta. Por lo general estos se utilizan en espacios grandes y proporcionados con gran iluminación. No obstante, existen trucos que ayudan a decorar ambientes pequeños dando vida al estilo deseado. Se debe tener en mente que no es necesario pintar todas las paredes de la habitación de tonos oscuros, ya que al combinarlos con un color más claro o con algún “wallpaper” ofrecerá un buen balance y personalidad.
Los textiles y las maderas oscuras también son elementos que aportan sofisticación. Estos pueden ser utilizados para revestir una pared en vez de pintar. Además, también pueden aplicarse como una pieza decorativa. Es común asustarse y no atreverse a utilizar tonos oscuros cuando llega el momento de la verdad. Sin embargo, se puede optar por pintar puntos de transición como los pasillos o muros divisorios. Otra opción es jugar con el mobiliario incorporando tonalidades opacas a través de estos.
Un ambiente oscuro puede resultar ser acogedor, todo depende del decorado que se le aplique. Las cortinas, alfombras, la iluminación y cualquier otro elemento decorativo va de la mano con la pintura que se elija, ya que estos van a definir por completo el estilo que se busque. Trabaja con colores que te gusten, al final el resultado será uno de tu agrado. ¡No tengas miedo de experimentar!
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