En un parpadeo, el tacómetro del Hyundai Veloster N se trepó por encima de las 60 millas. Por un momento, quieres sujetarte bien por tu seguridad, pero luego la velocidad te atrapa.
Entonces, te das cuenta de que viajar en este automóvil deportivo de tres puertas es zumbarle una gran dosis de adrenalina al cuerpo.
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Lo anterior resume una prueba de manejo en la pista Salinas que sirvió para que Hyundai inaugurara los vehículos “N”, una nueva línea de desempeño que la empresa surcoreana integrará a la mayoría de sus modelos.
En un primer vistazo a la carrocería del Veloster N se aprecia que el modelo conserva su diseño deportivo. La parilla frontal del automóvil le da un estilo característico de los modelos de carrera.
El diseño exclusivo del Veloster N con la opción de aros tamaño 19” en forma de estrella hace que el carro luzca imponente y moderno. Resulta peculiar las tres puertas de este vehículo —tipo hatchback— que, además, subrayan la singularidad del diseño. La tercera puerta se encuentra en el lado del pasajero.
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Al adentrarte al vehículo, los cómodos asientos te sobrecogen y brinda suficiente espacio para las piernas. El Veloster N también posee una pantalla táctil en la que con tan solo pulsar un botón, puedes modificar el motor, transmisión, chasis, suspensión y el sonido del muffler. Por ejemplo, en el motor, puedes ajustar a un modo normal, sport o sport plus, que sirve para amplificar la experiencia racing.
Una vez ubicado en el vehículo, el rugido del motor revela que la travesía está por comenzar. Pero saciar la fiebre por la velocidad solo se alcanza al recorrer la pista o la carretera con el vehículo. Este nuevo modelo cuenta con un motor 2.0L de inyección directa y tiene el potencial de alcanzar hasta 275 caballos de fuerza y 260 libras de torque en su versión del paquete performance. El Veloster N también cuenta con un ahorro de combustible estimado de 22/28 millas por galón.
Desde el arranque se puede sentir la potencia del nuevo modelo de Hyundai y la ligereza con cada aumento de millas. Pero si bien el Veloster N no se amilana al rozar las altas velocidades, cuenta con una estabilidad en los virajes —que provee el control electrónico de la suspensión— y al frenar súbitamente debido a su sistema de frenos de alto rendimiento.
Al final, la prueba de manejo en la pista de Salinas fue como estar en un videojuego en el que la tecnología, la velocidad, y la adrenalina convergieron para ofrecer una experiencia repleta de palpitaciones aceleradas.