Cuando llega el cumpleaños de mi nena pienso en el tiempo que ha pasado, como si fuera ayer que nació. Uno recuerda la ida al hospital, el regreso a la casa y el reguero de los primeros meses entre botellas, pañitos y juguetes. Pero después, en mi caso 12 años después uno ya no siente la tensión y cansancio de aquellos días, lo que queda es una paz y alegría porque esos días viven como una película en la mente de uno.
La celebración de cada año siempre es única y especial, porque en cada año que pasa los niños tienen nuevos logros sobre la mesa y aventuras guardadas en los bolsillos. Este año celebramos el cumpleaños de paseo en la playa, y variadas cantadas de feliz cumpleaños durante todo el mes. Estos cupcakes de zanahoria son sus favoritos, así que su cumpleaños es la mejor excusa para hacerlos.
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Lo diferente de estos cupcakes es que la zanahoria y los walnuts están integrados en la masa. Los empecé a hacer así para que ella pudiera aprovechar los nutrientes de las zanahorias y las grasas saludables de las nueces. De la forma tradicional ella no podía masticar ni tragar los pedacitos ni de las zanahorias ni de los walnuts. Cuando los hice por primera vez el resultado fue tan delicioso que ahora no hay forma que los haga diferentes. Los hago también con aceite de coco y yogurt griego. Quedan estilo pound cake, densos y suaves. El típico frosting de queso crema lo hice con un poco de crema de maple, que le añade un sabor rústico y diferente.
Algunas notas de la receta:
1. Si tu procesador de alimentos es mediano, omite el paso de regresar la mezcla de harina a la taza y déjala en un envase mediano. Sólo integra las zanahorias, nueces y todo lo líquido en el procesador, haz un espacio en medio de la harina en el envase y poco a poco ve virtiendo el contenido húmedo y mézclalo con una cuchara de mano. No sobrebatas, sólo lo necesario hasta que la mezcla se vea homogénea.
2. Atempera la mantequilla en temperatura ambiente, no la pongas a calentar en el microondas aunque sea por poco tiempo porque siempre hay partes que empiezan a ponerse un poco líquidas y esto agua el frosting, que de por sí es uno suave.
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3. La crema de maple se consigue en tiendas especializadas o en el área de efectos para hornear del supermercado.
Les aseguro que les van a encantar, no dejen de hacerlos!
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Cupcakes de zanahoria
Cantidad: 16 a 18 cupcakes
Tiempo total – 50 minutos (incluyendo el tiempo de coción de las zanahorias) Tiempo activo – 15 minutos
Equipo – Molde de cupcakes, moldes de papel, procesador de alimentos mediano o grande
Zanahoria en ruedas hervida sin sal – ¾ taza (2 medianas aproximadamente)
Harina de trigo sin blanquear – 2 ¾ taza
Baking powder – 1 Cdta
Baking soda – 1 Cdta
Canela en polvo – ½ cdta
Nuez moscada en polvo – ¼ Cdta
Sal kosher – ¾ cdta
Nueces (walnuts) – ½ taza
Azúcar natural – 1 ½ taza
Azúcar negra, compactada – ½ taza
Huevos grandes – 3
Yogurt griego plain – ¾ taza
Aceite de coco – 8 oz
Cupcakes: Precalienta el horno a 325°.
Hierve las rueditas de zanahoria hasta que estén completamente blanditas y reserva ¾ de taza.
En la taza de un procesador de alimentos vierte la harina, canela, nuez moscada, baking powder y baking soda y pulsa varias veces consecutivas hasta que se integre todo. Pásala a un bowl mediano.
Nuevamente en la taza del procesador vierte las nueces y tritura hasta que estén finamente molidas, de 1 a 2 minutos. Añade las zanahorias hervidas y procesa por 1 minuto, reintegra el contenido que se esté pegando en la pared de la taza y procesa de 1 a 2 minutos adicionales. Verifica que el contenido esté integrado. Puede que queden algunos pedacitos de zanahoria visibles.
Añade la mezcla de harina a la taza del procesador (ver notas de la receta) y procesa por 1 minuto hasta que esté todo integrado. Añade a esto las azúcares, los huevos y el yogurt. Procesa por 2 minutos y luego, con el procesador corriendo comienza a integrar poco a poco el aceite de coco a través de la apertura de la taza. Procesa por 2 o 3 minutos adicionales, hasta que la mezcla se vea homogénea.
Coloca los moldes de papel en el molde de cupcakes. Con una cuchara de mantecado o una tacita de medir llena ¾ de los papelitos, dejando el borde libre para que la masa tenga espacio para crecer (ver foto #7). Si estás usando dos moldes llena con un poco de agua los espacios que queden vacíos. Si sólo tienes un molde, reserva la mezcla que sobra para hornear luego. Hornea por 30 minutos. Retira del horno y deja refrescar por varios minutos. Retira los cupcakes del molde y rellena con lo que te quede de mezcla, rellenando con agua los espacios vacíos y vuelve a hornear por 30 minutos. También puedes congelar el sobrante de la mezcla hasta 3 meses en una bolsita plástica para freezer. Déjalos refrescar antes de decorar.
Frosting de queso crema y maple
1 ½ taza para decorar
Tiempo total – 25 minutos Tiempo activo – 15 minutos
Equipo – Batidora eléctrica de mano
Queso crema, a temperatura ambiente, en pedazos – (regular o 1/3 menos grasa) – 12 oz (1 ½ paquete)
Mantequilla sin sal, a temperatura ambiente – 1 taza (16 CDAS o 2 palitos)
Azúcar de confección – 2 ¼ tazas cernida con un batidor de mano
Crema de maple – 2 CDAS
Nota: Esta cantidad de frosting es para poder decorar. Si sólo vas a cubrir un poco la parte de arriba de los cupcakes puedes hacerlo con la mitad de los ingredientes y el mismo procedimiento.
En un envase profundo añade la mantequilla a temperatura ambiente y comienza a batir usando la batidora de mano con el aditamento de “whipping” en velocidad media hasta que la mantequilla esté cremosa y con aire integrado, 3 minutos. Baja la velocidad y añade la azúcar en tres integraciones. Sube nuevamente a velocidad media y bate por 2 minutos adicionales, verificando que todo está integrado y se continúe integrando el aire. Baja la velocidad y añade el queso crema en pedazos y continua batiendo. Añade la crema de maple y bate un poco más. Cuando esté todo integrado sube la velocidad a media-alta y bate de 4 a 5 minutos, así te aseguras que todo esté bien mezclado. Enfría en la nevera de 10 a 15 minutos. Cubre los cupcakes con una espátula o manga para decorar.
Este método de integrar el azúcar al principio con la mantequilla va a evitar que la mezcla quede aguada al final, como ocurre con algunas recetas de este tipo de frosting.
