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No le llames “desinquieto” al boricua inquieto

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Nosotros, los puertorriqueños, de aburridos no tenemos ni un pelo. Eso de estar sentados, callados y deprimidos en una reunión o actividad no va con nosotros. Al contrario, somos de los que hablan, cantan y bailan hasta que nos boten del lugar.
 
Si bien tener fama de ser el alma de la fiesta no está nada mal, hay algunos boricuas que se pasan de la raya. Esos que gritan en vez de hablar, cacarean en lugar de cantar y nunca, por más solemne que sea el evento, pueden estar quietos. A esos algunos les llaman incorrectamente “desinquietos”, una palabra mal construida que debes evitar. Hoy te explico por qué.
 
La palabra “desinquieto” está mal construida ya que tiene dos prefijos, “des-” e “in-”, que significan lo mismo: “negación”. Por lo tanto, la doble prefijación “desin-” se comporta como una doble negación, y negativo por negativo es igual a positivo. Por eso “desinquieto”, en el estricto sentido de la palabra, equivale a “quieto”, porque “des-” e “in-” se cancelan.
 
La forma correcta de llamar a una persona que nunca está quieta es “inquieto”, que quiere decir que “no (de “in-”) está quieto”. O sea, a esos boricuas que no paran de moverse ni por intervención divina debemos decirles “inquietos” y no “desinquietos”.
 
Así que, estimado compatriota, continuemos animando la fiesta, pero aprendamos a quedarnos quietos cuando el lugar o el momento lo ameriten. De esta forma, añadiremos una cualidad más a nuestra larga lista: la de saber comportarnos.
 
Y tú, ¿tienes alguna duda sobre nuestro idioma? Déjame saber en mi cuenta de Twitter @LaCorrectoraPR y con gusto te la aclararé.

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