Las frituras son el plato fuerte de la gastronomía puertorriqueña y con mucha razón. El aceite caliente tiene la magia de transformar el más insípido vegetal en un exquisito manjar. Quizás por eso el bloguero culinario Marcel Ventura dijo que “Puerto Rico es un gran caldero de aceites que puede freír cualquier cosa”. Ahora bien, al freír esa rica alcapurria, empanadilla o bacalaíto, muchos se preguntan si deben decir “freído” o “frito”. Hoy te aclaro esta duda.
El verbo “freír”, que significa “guisar algo en aceite o grasa hirviendo”, es especial porque tiene dos participios: el regular “freído” y el irregular “frito”. Según la Real Academia Española, ambos se utilizan indistintamente en la formación de los tiempos compuestos (haber + participio) y de la pasiva perifrástica (ser + participio). En arroz y habichuelas, “Yo he freído una alcapurria” es igual de correcto que “Yo he frito una alcapurria”. De igual forma, “La empanadilla de jueyes fue freída” es igual de válido que “La empanadilla de jueyes fue frita”.
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Sin embargo, cuando el participio de “freír” se usa como adjetivo y no como verbo, solo se usa la forma “frito”. Por ejemplo, “Ese bacalaíto frito está bien salado”; “Me gusta más el pollo frito que el pollo asado”; “Me comería un plato de carne frita con tostones”.
Así, amigos y amigas amantes de la comida criolla, queda resuelto este dilema lingüístico-culinario. Recuerda que, cuando hables de la acción de freír, puedes usar tanto “freído” como “frito”. Pero cuando quieras describir un alimento que haya sido preparado en aceite hirviendo, debes usar solamente “frito”. De esta forma, serás un excelente chef, que domina tanto la gastronomía boricua como el español.