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Múltiples los beneficios para las empresas ecoamigables

Aumento en la productividad, mayor fidelidad de los clientes y una mejor responsabilidad social son algunos de las ventajas que obtienen las empresas que se mueven a operaciones más ecoamigables en el mundo.

Según expertos de entrepreneur.com, “ser generoso con el medio ambiente también es saludable para las finanzas de tu empresa”, ya que, además de disminuir los costos de operación física, hacer un espacio laboral más “verde” mejorará tu relación con clientes. En el caso de la producción, un estudio de 2012 de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) demostró que los empleados cuyos patronos voluntariamente adoptan prácticas y estándares ecológicos en sus espacios de trabajo son 16 % más productivos.

Ante todos estos beneficios, ¿cómo lograr transformar tu empresa en un espacio ecoamigable? Aquí te damos varios consejos.

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1.  Disminuye el uso de papel

Según datos de la organización sin ánimos de lucro, File, en las oficinas del mundo se utilizan alrededor de 115 mil millones de hojas de papel. Para esto, se utiliza un 35 % de los árboles talados en el planeta.  Por esta razón, un paso inicial para ser una empresa con mayor conciencia ambiental es disminuyendo el uso de papel en el trabajo. Hay ocasiones en las que es inevitable este producto. Sin embargo, avances tecnológicos, como el “cloud computing”, en el que todos los documentos se ubican en formato digital, colocan a las empresas con mayores herramientas para disminuir la dependencia  del papel.

2. Dile adiós a las botellas de agua

Datos de 2010 de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) apuntan a que en el mundo se generaron 31 millones de toneladas de residuos plásticos. Gran parte de este porcentaje se remite al uso de las botellas de plástico. Ante esto, una oficina ecológica fomenta que sus empleados sustituyan las botellas plásticas que muchas veces llegan a parar al zafacón, por envases reusables. Ahora bien, para esto la compañía debe contar con algún tipo de dispensador de agua, preferiblemente con tecnología de purificación de agua y que no requiera de botellones plásticos. De acuerdo con la empresa Quality Water Service, dedicada a la renta de dispensadores de agua de última generación en filtración y purificación, este tipo de tecnologías ayudan a disminuir en un 60 % el impacto ambiental que provocan las botellas de plástico.

3. Desconecta los ‘vampiros’ energéticos

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) indica que para el año 2013 el mundo generó sobre 3,100 millones de kilovatios procedentes de combustibles fósiles y petróleos. Ante esto, las oficinas deben moverse a buscar opciones que reduzcan el uso de energía. Entre las opciones, se debe empezar por algo tan básico como desconectar los equipos que se estén usando y apagar las luces de los espacios que estén en desuso. En inversiones más elaboradas, expertos aconsejan instalar un temporizador en las tardes y fines de semana para apagar cualquier tipo de aparato y condicionar las consolas de aire para que se atemperen al flujo de personal. Una manera simple de ahorrar energía es sustituir los sistemas tradicionales para tomar agua por dispensadores de alta tecnología. Se estima que estos sistemas en comparación con “coolers” de botellón y las fuentes de pared, pueden ahorrar hasta 90 % de energía. Más sencillo aún, cambiar las bombillas a unas formato LED ayuda a horrar 40 % de la energía.

4. Consolidar un equipo ecológico

Si bien las empresas ecoamigables reciben hasta un 16 % más de producción por parte de sus empleados, lo cierto es que esto también puede ser una ventaja que propicie que estos trabajadores asuman este tipo de comportamientos en su vida privada. Para fomentar ese potencial, expertos de ecologiaverde.com recomiendan la creación de un “equipo ecológico” que junto con los departamentos de Recursos Humanos y Mercadeo, oriente a la sus compañeros sobre la importancia de ayudar a disminuir la huella ecológica. Asimismo, este grupo debe propiciar a identificar otras iniciativas que ayuden a que la empresa se mueva a una cultura empresarial mucho más consiente con el impacto del ser humano sobre la naturaleza.

Al final, es vital desarrollar una estrategia de comunicación interna y externa para mantener una relación con los empleados, medios, clientes y proveedores que refleje un enfoque verde del negocio.

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