El suceso ocurrió 9 de diciembre, cuando los miembros de la guardia costera, llevaban a Papá Noel quien prefirió cambiar el trineo por transporte marítimo, pero quizá su poca experiencia en lanchas le impidieron descender de forma correcta y cayó de cara en la playa. Los miembros de la tripulación no aguantaron la risa y comenzaron a reír, lo cual probablemente haga que Santa no les traiga nada esta Navidad.
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