Hoy muchos celebran la Navidad, otros ni fu ni fa. A todos les deseo paz y bienestar hoy, y cada día. Pero, ¿es posible que hayan personas que detesten la Navidad? Sí, lo es. Depende de las experiencias de vida de cada cual, cómo las internaliza o cómo las maneja.
En Navidad estas cosas pasan, tal vez por eso hay un Grinch en tu casa.
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Fiestas familiares
Otra vez tienes que asistir a fiestas familiares en donde siempre hay alguien que se emborracha, habla sandeces o termina peleando. Y nunca falta el presenta’o que quiere indagar tu vida o criticarte como si tuviera derecho por el mero hecho de ser miembro de la familia.
Fiestas de amistades
Recibes invitaciones a fiestas de amistades con amistades de ellos que no conoces y que -no aceptan extraños en su bonche-. Los anfitriones están atendiendo a todo el mundo así que no hay quality time para ti. Si logras montar una conversación con los desconocidos es tan superficial o aburrida que prefieres irte temprano del party y llegar a tu casa a ver Netflix en pijamas.
Amigo secreto en el trabajo
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Te toca regalar a alguien con quien nunca compartes y jamás le obsequiarías algo porque te cae mal, o te tocó regalarle al jefe y tendrás que comprar algo más caro del presupuesto acordado porque todos estarán pendientes de lo que se le regale. Y a ti te regala una persona que no conoce tus gustos ni le importa averiguarlos. Te imaginarás el regalo.
Reuniones obligadas
Te sientes cansado y lo menos que deseas es salir a una fiesta navideña, pero vas obliga’o porque tu familia cercana organizó una reunión y te están esperando para que saludes a conocidos o familiares que andan de visita. Nunca los ves, nunca te textean o te llaman, ni le dan like a tus posts en Facebook. No tienen nada que aportar a tu vida pero pues vas a la actividad por complacer a los que te importan.
Pérdidas
Perdiste un ser querido, te quedaste sin trabajo, fracasaste académicamente, o te diagnosticaron una enfermedad que puede ser mortal y la gente pretende que tengas espíritu navideño, que sonrías, cantes, o bailes; como si las desgracias, la tristeza, o las enfermedades mortales desaparecieran en Navidad. Todo el año ocurren situaciones difíciles y se brega con ellas, en Navidad también.
Consumismo
El país está atravesando una crisis económica importante y tu también, y te bombardean los comercios con publicidad para que gastes lo que no tienes, regales cosas materiales costosas, te embrolles y cuando pase la Navidad te deprimas y tengas que empeñar o vender tus pertenencias para poder pagar las deudas de las compras navideñas.
Lechoneo
Pasas todo el año comiendo poco y ejercitándote más para mantener un peso saludable y caber en tallas pequeñas, luego comes y bebes sin parar en Navidad. Aumentas una o dos tallas de ropa sabiendo lo difícil que es volver a estar en forma. Te deprimes o te estresas.
Por esto y más hay quien aborrece la Navidad, a mi me encanta. ¡Saludos al Grinch!
La autora es periodista y especialista en Educación para la Salud Pública
@gohealthylilly (Twitter)
Creadora del medio digital especializado en periodismo en salud, Go! Healthy PR