opinión

Marta Michelle Colón: ¿Por qué tanto grito, si no soy sorda?

La fundadora y estratega de actitud en Buena Gente nos da herramientas lograr resultados, efectividad, eficiencia y lo mejor de los que nos rodean

The young emotional angry woman screaming on blue studio background Screaming, hate, rage. Crying emotional angry woman screaming on blue studio background. Emotional, young face. Female half-length portrait. Human emotions, facial expression concept. Trendy colors (master1305/Getty Images/iStockphoto)

PUBLICIDAD

Hace un tiempo determiné que si algo me molesta tres veces en una semana, tengo que decirlo y a raíz de tantas situaciones públicas, sobre maltrato a compañeros de trabajo, insultos, gritos, humillaciones y arrechuchos, exhorto a preguntarnos; ¿Cuán buena gente soy con los demás?; ¿Soy amable en el trabajo?; ¿Cuántas veces pido las cosas con un “Por Favor”?; ¿Abro o aguanto la puerta para otros?; ¿Recuerdo la última vez que fui agradable con alguien o que verbalicé un “Gracias”? Con evaluar las respuestas es fácil saber dónde nos encontramos y si necesitamos correr rápido y veloz a ajustar nuestro estilo y/o comportamiento.

¿Cuál es la necesidad de gritar y atacar verbalmente? Después de todo, lo único que logramos es hacer que los recipientes del maltrato sientan miedo – un sentimiento negativo que redunda en menor compromiso, pobre lealtad, y falta de inspiración/creación/motivación. No hablar de los costos directos e indirectos relacionados a condiciones de salud que nacen cuando se convive en ambientes tóxicos a diario. ¿Por qué exigimos que se demuelan los edificios “enfermos”; y nuestro comportamiento es más tóxico que el asbesto? Si en “realidad” queremos lograr resultados, efectividad, eficiencia, y lo mejor de los que nos rodean, necesitamos tomarnos el tiempo para:

  1. • “Conocer, Escuchar, y Ver” – a todos los que nos rodean. La realidad es que por más duro que sea reconocerlo; no lo sabemos todo y todos los días podemos aprender algo nuevo de quien menos lo esperamos. Además, qué pasará cuando pasemos de estar en la rueda de arriba, a la de abajo.• Lograr ser un ente auténtico; que promueva confianza, integridad y compasión. La gente necesita saber qué esperar de nosotros y más importante aún, qué es lo que esperamos de ellos – es real y posible, pues los “perfectos” todavía no existen.• Promover que las personas sientan seguridad – siendo transparentes, haciéndolos sentir importantes, no importa la posición que ocupen y nunca atacando sus habilidades o conocimientos. “No es lo que se dice, sino cómo se dice”. Además, el éxito no es final, por lo cual un error no es fatal. Cuando necesitamos corregir a alguien; hay que proteger, enseñar y posteriormente inspeccionar.

Ser líder no es una técnica, es un estilo de vida – y siempre lograremos mejores resultados si somos comunicadores asertivos, en vez de agresivos. Además, si nuestras acciones incomodan, sirven de mal ejemplo y crean impacto negativo, hay que mirar quién y qué se está afectando por nuestro liderato (o falta de

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último