Aunque el sector de los restaurantes, un importante motor económico y una de las industrias más afectadas por la pandemia, culminó un 2021 y comenzó el 2022 enmarcado por retos extraordinarios a raíz de la pandemia, la industria se prepara para navegar el nuevo entorno con cauteloso optimismo y brío renovado, así lo confirmó el martes, la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (ASORE) en su actividad de toma de posesión, en donde nombraron a su nuevo presidente; el empresario Mateo Cidre y compartieron los resultados económicos de la industria según su más reciente estudio.
“Los pasados dos años han sido de reacción, no de planificación. Ante esta situación extraordinaria, es imperativo conocer más de cerca el estado actual de la industria de los restaurantes, que tanto ha sufrido los embates de la pandemia. También es el momento oportuno para medir la perspectiva de futuro que tienen los comerciantes. Mucho se ha hablado sobre el impacto al sector. Con este informe, vemos claramente dónde estamos y cuáles son las expectativas para el futuro”, dijo Cidre a través de declaraciones escritas.
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Entre los datos sobresalientes del informe preparado por la firma del economista Gustavo Vélez, Inteligencia Económica, se destacan:
Debido a las últimas Órdenes Ejecutivas un 55.3 por ciento de los entrevistados indicó que está operando por debajo de lo establecido:
48.2 por ciento está abierto por menos horas y/o días permitidos
2.7 por ciento se encuentra temporeramente cerrado
4.4 por ciento solo está atendiendo para entrega o recogido
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44.6 por ciento está operando según lo permitido
Las ventas, en comparación con el Q4 2020 fueron más bajas (37.5 por ciento), se mantuvieron iguales (26.7 por ciento), y un 34.8 por ciento experimentó un alza.
Acudir a las ayudas económicas fue la orden del día: El 73.2 por ciento participó del Payroll Protection Program (PPP) en el 2020 ó 2021. El 52.7 por ciento dependió de SBA Loans- Economic Injury Disaster Loans, 19.6 por ciento del gobierno estatal, y solo el 7.1 por ciento de ayudas del municipio.
Los ajustes operacionales también fueron clave para mantener la continuidad de los negocios. 85.7 por ciento de los restaurantes tomaron órdenes por teléfono, mientras que un 50 por ciento se activaron en plataformas de entrega como Uber Eats (32.1 por ciento), Doordash (23.2 por ciento), Dame un Bite (20.5 por ciento), Uva (17.8 por ciento) y otros.
Durante el periodo de julio a diciembre 2021, el 74.1 por ciento tuvo que aumentar precios como medida para mitigar los cambios económicos. Otras medidas fueron reducir horarios a empleados (38.4 por ciento), reducir días de operaciones (36.6 por ciento), y operar solo algunos segmentos (19.64 por ciento), entre otras.
El entorno complicado de los restaurantes se compacta con temas de política pública que impacta al sector directamente, entre ellos el asunto del salario mínimo. Según el informe, el 71.42 por ciento de los restaurantes se verá afectado por un aumento en el salario mínimo. Muchos de los dueños/operadores anticiparon verse obligados a aumentar sus precios (80.4 por ciento) o reducir horas de los empleados (34.8 por ciento) para mitigar el impacto de un salario mínimo mayor.
Un 93.75 por ciento de los dueños de negocios se han visto obligados a aumentar sus precios en los últimos 12 meses, solo un 5.36 por ciento no ha aumentado precios.
La escasez de empleados sigue siendo un problema vigente para la industria, 41 por ciento reportan una escasez de un 15 a 30 por ciento de empleados.
Mirando al 2022, solo un 30.4 por ciento de los restaurantes se mostraron positivos.
Para realizar el informe, Inteligencia Económica encuestó a 1,331 establecimientos, de los cuales 53 son cadena. La muestra es representativa de la industria ya que toma en consideración comercios de todos los tamaños, desde establecimientos únicos con menos de tres empleados, hasta empresas más maduras con múltiples locales y cientos de empleados. Incluye desde cafeterías y restaurantes de servicio rápido (QSR, en inglés), hasta panaderías y “fine dining”. Con un nivel de confianza de 95 por ciento y una proporción porcentual de 40 por ciento, el margen de error para esta encuesta fue de ±1.87 por ciento.