Cuba envió este viernes un donativo de 240.000 dosis de sus vacunas contra el coronavirus de producción nacional, Soberana 02, Soberana Plus y Abdala a Siria, al tiempo que las autoridades de ambas naciones destacaron su alianza ante lo que consideraron amenazas de Estados Unidos y sus aliados.
“Las vacunas desarrolladas por la ciencia cubana, primeras en América Latina y el Caribe constituyen un modesto aporte al enfrentamiento de la pandemia a nivel mundial que nos llena de satisfacción poder compartir con el hermano pueblo sirio”, dijo antes de la partida del cargamento la viceministra de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Ana Teresita González. Una pequeña parte del envío fue mostrado a un grupo de periodistas en el aeropuerto capitalino, José Martí.
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“Cuba y Siria son pueblos agredidos y acosados por el imperialismo, pero que no ceden en la defensa de su soberanía y su derecho a existir como naciones libres”, agregó la funcionaria isleña.
Estados Unidos incrementó las sanciones contra Cuba durante la administración del exmandatario Donald Trump para presionar cambios en el modelo político en la isla, una dirección que no fue modificada por su sucesor, Joe Biden, a pesar de sus promesas de campaña. Washington acusa al gobierno sirio y a La Habana de violaciones a los derechos humanos.
Una publicación del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), creador de Abdala, indicó que el cargamento de esa vacuna en específico para Siria era de 120.000 dosis. Soberana 02 y Soberana Plus fueron desarrollados por el Instituto Finlay.
Cuba es la única nación latinoamericana que diseñó sus propios antígenos, que aplicó a su población a partir de mayo –en un esquema de tres dosis– logrando controlar un rebrote pandémico provocado por la variante delta de COVID-19 iniciado a principios del año pasado.
El embajador sirio Idris Mayya agradeció el gesto isleño, pero ningún funcionario indicó si éste sería el inicio de algún convenio relacionado con ventas de vacunas, que no tienen todavía el aval de la Organización Mundial de la Salud pero ya se exportaron a países cuya autoridad sanitaria dio la aprobación de emergencia como Venezuela, Nicaragua, Vietnam e Irán.
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Cuba comenzó además en estas semanas la aplicación de una cuarta dosis de refuerzo al tiempo que abrió su vida social y aeropuertos internacionales desde noviembre a fin de activar su economía, golpeada por las sanciones y la pandemia.
Las cifras de contagio comenzaron a subir nuevamente en diciembre y se detectó la presencia de la variante ómicron.
El Ministerio de Salud confirmó este viernes 1.946 nuevos casos de positivos en la jornada del jueves, un salto dramático con los menos de 100 diarios de finales de noviembre. Desde que comenzó la pandemia en marzo de 2020 Cuba acumula 972.513 pacientes y 8.325 fallecidos.