Tres hombres blancos que habían sido declarados culpables de asesinato por perseguir y matar a Ahmaud Arbery fueron condenados el viernes a cadena perpetua, y el juez negó cualquier posibilidad de libertad condicional para el padre y el hijo que se armaron e iniciaron la persecución mortal del hombre negro de 25 años.
El asesinato conlleva una sentencia obligatoria de cadena perpetua según la ley de Georgia, a menos que los fiscales soliciten la pena de muerte, algo que optaron no hacer en este caso. Para el juez del Tribunal Superior Timothy Walmsley, la decisión principal era la de conceder a Greg y Travis McMichael y a su vecino, William “Roddie” Bryan, una posible oportunidad de obtener la libertad condicional.
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El juez ordenó que los McMichael cumplieran cadena perpetua sin libertad condicional. A Bryan se le concedió la posibilidad de obtener la libertad condicional, pero primero deberá cumplir al menos 30 años de prisión.
Walmsley dijo que Arbery salió de su casa para trotar y terminó corriendo por su vida durante cinco minutos mientras los hombres lo perseguían en camionetas hasta que finalmente lo acorralaron.
“Ahmaud Arbery fue perseguido y baleado, y fue asesinado porque unos individuos aquí en la sala tomaron la justicia por su cuenta”, declaró el juez.
Antes de dictar sentencia, Walmsley hizo una pausa de un minuto de silencio para ayudar a dimensionar lo que debieron ser esos cinco minutos para Arbery.
“Cuando pensé en esto, lo hice desde muchos ángulos diferentes. No dejaba de pensar en el terror que debía tener el joven que corría por Satilla Shores”, dijo, mencionando el barrio de las afueras de la ciudad portuaria de Brunswick donde Arbery fue asesinado.
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Durante la audiencia de la sentencia, la familia de Arbery había pedido al juez que no mostrara indulgencia.
La hermana de Arbery recordó su humor, describiéndolo como alguien positivo con una gran personalidad. Dijo al juez que su hermano tenía una piel oscura “que brillaba a la luz del sol”, un pelo grueso y rizado y una complexión atlética, factores que le convertían en un objetivo para los hombres que le perseguían.
“Estas son las cualidades que hicieron que estos hombres asumieran que Ahmaud era un delincuente peligroso y lo persiguieran con las armas desenfundadas. Para mí, esas cualidades reflejan a un joven lleno de vida y energía que se parecía a mí y a la gente que yo quería”, manifestó Jasmine Arbery.
La madre de Arbery dijo que sufrió una pérdida personal e intensa que empeoró con un juicio en el que la defensa de los hombres fue que Arbery tomó malas decisiones que lo llevaron a la muerte.
“Este no fue un caso de confusión de identidad… Eligieron atacar a mi hijo porque no lo querían en su comunidad. Decidieron tratarlo de forma diferente a otras personas que visitaban con frecuencia su comunidad”, señaló Wanda Cooper-Jones. “Y cuando no pudieron asustarlo o intimidarlo lo suficiente, lo mataron”.
Las sentencias del juez coincidieron con la recomendación de la fiscal Linda Dunikoski. Dijo que todos merecían esa sentencia obligatoria de cadena perpetua por no mostrar “ninguna empatía por el atrapado y aterrorizado Ahmaud Arbery”.
Robert Rubin, uno de los abogados defensores de Travis McMichael, argumentó que su cliente, de 35 años, merecía la posibilidad de obtener la libertad condicional. Dijo que Travis McMichael abrió fuego sólo después de que “el señor Arbery se acercara a él y tomara el arma”. Pero Rubin también reconoció que las decisiones de su cliente de armarse y perseguir a Arbery fueron “imprudentes” e “irreflexivas”.
“No son evidencia de un alma tan ennegrecida como para merecer pasar el resto de su vida en prisión”, dijo Rubin. “Esto no fue un asesinato planeado. Esto fue una pelea por un arma que llevó a la muerte del señor Arbery”.
La abogada de Greg McMichael, Laura Hogue, dijo que su cliente no tenía intención de que Arbery muriera, y que nunca sacó su arma hasta que su hijo disparó su escopeta.
“Greg McMichael no salió de su casa ese día con la intención de matar”, dijo Hogue al juez. “No vio a su hijo disparando esa escopeta con nada más que miedo y tristeza. Lo que este jurado encontró es que fue un acto no intencionado”.
El abogado de Bryan dijo que éste mostró remordimiento y cooperó con la policía, entregando el video del celular del tiroteo para ayudarlos a llegar a la verdad.
“El señor Bryan no es el que llevó un arma”, dijo Kevin Gough. “Estaba desarmado. Y creo que eso refleja sus intenciones”.
Bryan tiene 52 años, lo que aumenta las posibilidades de que pase el resto de su vida en prisión, incluso con la posibilidad de obtener la libertad condicional tras cumplir 30 años.