Mientras Ghislaine Maxwell entraba a zancadas a la corte para el primer día de su juicio por tráfico sexual, ningún fotógrafo pudo captar esta imagen. La artista de la corte Elizabeth Williams, sin embargo, estaba lista y antes de que pasara una hora, la escena fue transmitida por medios en el mundo.
Generalmente las cámaras están prohibidas en cortes federales. Y a diferencia del ex productor de cine Harvey Weinstein — que también fue dibujado por Williams pero tuvo muchas fotografías en su camino hacia y desde la corte en su juicio por abuso sexual — Maxwell seguía encarcelada durante su juicio, por lo que estaba fuera de la vista de la prensa y el público al entrar y salir de la corte.
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“Soy básicamente la cámara sustituta”, dijo Williams, subrayando que no usó “licencias artísticas para cambiar nada”.
Williams ha sido el ojo público en cortes desde 1980 y ha hecho dibujos para The Associated Press desde 2004, aunque la carga de trabajo típica de los tribunales se redujo durante la pandemia. El de Maxwell fue el primer juicio completo que Williams cubrió desde dentro de la corte en la era de la pandemia, justo después del juicio de R. Kelly por tráfico sexual en una corte federal en Brooklyn.
En ese juicio el juez impidió que los medios entraran a la corte así que Williams se vio obligada a dibujar al cantante de R&B y a los testigos desde monitores en una sala atestada donde dijo que todo era borroso y donde el juez “se veía del tamaño de una moneda”. En contraste en la corte federal de Manhattan, Williams estaba sentada suficientemente cerca de Maxwell como para escucharla hablar francés con sus hermanos.
Williams tuvo que usar su juicio periodístico para informar sobre los momentos que se volverían imágenes indelebles. Y los dibujos son eso, indelebles, no hay espacio para una goma en la “enorme bolsa de material plástico” que llevó a la corte. Usa brochas, plumas y pasteles de alta calidad, y estima que desecha hasta la mitad de los dibujos que comienza.
A lo largo del juicio de un mes de Maxwell, que terminó la semana pasada cuando fue declarada culpable, Williams dijo que realizó cerca de 100 dibujos entre testimonios de los testigos, argumentos de los abogados, jurados, el juez, personas en la sala y sobre todo de la acusada.
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“Es genial cuando puedes dibujar un juicio mucho, porque entre más puedes dibujar a alguien serás mejor para retratarlos”, dijo Williams mientras que agregó que Maxwell “mantuvo un personaje bastante calmado” que necesitaba un estudio cercano.
Jeffrey Epstein, en contraste, estaba “increíblemente nervioso”. Williams retrató a Epstein, el exnovio y exjefe Maxwell, en sus audiencias infructuosas por fianzas antes de que se suicidara en una prisión en 2019.
A continuación una charla de Williams con AP sobre su forma de retratar momentos clave en el juicio de Maxwell con sus observaciones tras bambalinas.
ARTISTAS RETRATADOS
Williams prefiere que haya una pared entre ella y los sujetos que retrata: “No me gusta hacerme amiga de nadie que estoy dibujando. Los veo como si fueran una noticia y quiero que sigan así”.
Maxwell rompió esa división, y llamó la atención al dibujar a los artistas de la corte. Un dibujo de la artista de Reuters Jane Rosenberg de Maxwell dibujándola se hizo viral.
Williams dijo que Maxwell estaba muy consciente de los artistas, pero no estaba claro en un principio qué era lo que estaba haciendo la acusada en su propia libreta. Incluso cuando Williams descubrió que la acusada estaba dibujando a los artistas ella mantuvo sus límites e hizo su propio dibujo de Maxwell sin cambiar su enfoque.
“Pensé, ‘OK está bien, haz lo que quieras, pero eso no va a afectar nada de lo que hago’”, dijo Williams.
Williams dijo que Maxwell posaba ocasionalmente, algo que en realidad sirvió para los propósitos de los artistas.
“Es mucho más cautivador tener a alguien, que esté viendo a la cámara, o que estén viendo al artista, de modo que la gente que vea el dibujo estará viendo a alguien mirándolos”, dijo Williams.
La dinámica continuó a lo largo del último día del juicio, cuando Maxwell parecía animada por una nota del jurado horas antes del veredicto.
“Había una pregunta del jurado sobre, querían el testimonio de la defensa sobre unos testigos de la defensa, y ella estaba sentada en su silla y a veces hacía esto, no muy seguido, pero lo volvió a hacer: comenzó a posar para nosotros”, dijo Williams. “Y dije ‘¡OK! ¡Está bien si eso es lo que quiere!’. Y esa fue la imagen del día fuera del hecho de que ella fue, ya sabes, declarada culpable”.
ACUSADORAS SIN ROSTRO
El caso de la fiscalía se basó en el testimonio cuatro acusadoras, tres de las cuales declararon usando seudónimos o sólo su primer nombre: Jane, Kate y Carolyn. Los artistas de la corte recibieron instrucciones de no dibujar imágenes parecidas a ellas, lo que para Williams, implicó evitar rasgos faciales.
Para capturar los testimonios que solían ser emotivos, Williams buscó en otras partes: “Los rostros de todos tienen formas diferentes, algunas caras son más angulares, otras son más redondas. La cara de Jane era definitivamente más redonda que la de Kate. Y la de Carolyn era más cuadrada”.
Sus manos eran otra clave, dijo.
Jane no mostraba tantas emociones al testificar sobre cómo la tocó Epstein, dijo Williams.
“Pero usó sus manos de tal manera”, dijo Williams. “Y he practicado dibujar manos mucho. Debes poder dibujar manos, tienes que hacerlo, especialmente cuando estás dibujando a un testigo y no puedes dibujar ese rostro, dependes de las manos”.
Las manos de Carolyn eran especialmente llamativas.
“Tenía todos esos anillos en los dedos y las uñas muy cuidadas con manicura, y un cabello muy rojizo. Pensé, si pone esa mano junto a su rostro eso será porque te dice más sobre ella incluso que su cara”, dijo Williams.
ALERTAR A LA PRENSA
Un artista de la corte debe mantenerse alerta para los momentos importantes, incluso cuando un testigo no podría parecer clave.
El testimonio de una analista del FBI dio una de las imágenes más bizarras del juicio, mientras los fiscales mostraban una fotografía que la analista había encontrado la cual parecía mostrar a Maxwell dando a Epstein un masaje en el pie con sus pechos.
Williams sabía que eso era lo que necesitaba, tanto que no tuvo tiempo de calibrar la reacción de Maxwell.
“Tengo que decirles la verdad, cuando vi eso, estaba tan enfocada en plasmarlo, que pensé, no puedo, no podía enfocarme en ella, tenía que enfocarme en dibujar esta cosa”, dijo.
Las fotografías fueron mostradas por lo que parecía un máximo de siete segundos “lo que significa que estaba dibujando como un rayo”.
Un oficial sentado frente a Williams incluso se volteó en algún momento, dijo ella, para elogiar la forma en la que capturó esa escena.
LA DEFENSA
Maxwell se comunicaba constantemente con sus abogados y tenía muestras de afecto físicas con ellos.
“Por Dios, era un festival de abrazos, todos esos abogados fueron abrazados”, dijo Williams. “Nunca había visto algo así”.
Williams dijo que notó que Maxwell comenzó a ponerse ligeramente más agitada a medida que el juicio continuaba, pero su estoicismo volvió cuando el veredicto fue leído.
“Levantó su mano hacia su cabeza y su abogado puso su mano sobre su espalda”, dijo Williams. “Y eso fue todo, eso fue todo. No hubo otra reacción”.
Ese día no hubo abrazos para los abogados pues la retiraron rápidamente de la corte.
DE PASARELA
Williams comenzó su carrera como creadora de bocetos para moda.
“Así que Maxwell estaba en mi especialidad”, dijo. “Cuando entraba en la corte acompañada de dos oficiales federales siempre hacía la entrada como si estuviera caminando por una pasarela, lo juro por Dios”.
Williams dijo que la británica de alta sociedad hacía notar su presencia por la forma en la que se paraba, con los brazos hacia atrás, “su contoneo, pavoneándose un poco”.
Sus salidas también dejaban una impresión, incluyendo la última salida de la corte tras el veredicto.
“Pero cuando la escoltaron fuera, tras el veredicto, no era solamente caminar fuera con esos dos oficiales que la llevaron. Era ella y luego dos tipos grandes”, dijo Williams, al comentar sobre el contraste entre la ágil Maxwell y los hombres corpulentos. “Era todo un asunto y ella iba caminando delante de ellos, era impactante, era impactante. Era como qué final para todo”.
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Mallika Sen está en Twitter como http://twitter.com/mallikavsen