El juez federal Francisco Besosa denegó una moción presentada por la defensa del productor musical Raphy Pina para que desestimara los cargos que pesan contra el acusado.
Luego de que la fiscalía sometiera el caso contra Pina, la abogada María Domínguez argumentó a Besosa que la evidencia presentada por el gobierno estadounidense era insuficiente para sostener las imputaciones de posesión constructiva de armas y municiones, así como de posesión de una pistola modificada para funcionar como un arma automática.
“Como el acusado no estaba en posesión real de las armas y las municiones, la fiscalía debe probar que estaba en posesión un día, el 1 de abril de 2020. Eso requiere evidencia de que ese día el señor Pina no solo tenía el poder de ejercer control sobre esas armas y las municiones, sino, más importante, que tenía la intención de ejercer ese poder. No se ha presentado ninguna evidencia de que el señor Pina tuvo esa intención”, enfatizó Domínguez en su alocución, que se realizó sin la presencia del jurado para evitar cualquier contaminación.
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De otra parte, Domínguez planteó que el ministerio público tampoco pudo fundamentar que Pina tenía conocimiento de que una de las dos armas ocupadas, una Glock calibre 9 milímetros (mm), estaba modificada para funcionar de manera automática.
Domínguez puntualizó que, si bien el fiscal José Ruiz señaló que un ‘chip’ insertado en la pistola era “visible” a cualquiera que manejara el arma, la acusación del ministerio público ni la evidencia admitida contemplan el hecho de que Pina utilizara la Glock.
“La ausencia de prueba sobre este asunto se exacerba dado el hecho de que Pina no vivía en la casa. Ha habido admisión de los testigos presentados al jurado de que él no residía (en la vivienda allanada en la urbanización Caguas Real). Las huellas digitales ni material genético se encontraron en las armas o las municiones. Otras personas tuvieron acceso a la casa”, planteó Domínguez.
Según la letrada, la caja de municiones marca Winchester donde un análisis identificó las huellas de Pina corresponde a unas balas que no eran compatibles con las armas que se incautaron en abril de 2020. Además de la Glock 9 mm, los agentes del Negociado Federal de Investigaciones ocuparon una pistola Smith & Wesson calibre .40.
“Dado que tengo que resolver (la moción) de la forma más favorable para el gobierno, deniego la moción” para absolver a Pina, señaló el juez Besosa tras escuchar tanto a Domínguez como a Ruiz.
Ruiz, como parte del debate sobre la moción, aludió a la grabación de una llamada entre Pina y Joed Romero, empleado de una gasolinera propiedad del prodcutor musical, en la que el empresario menciona unas “pistolas, rifles y balas” que aparentemente guardaba en la casa de Caguas Real.
“Eso muestra conocimiento de la posesión”, subrayó Ruiz, quien rebatió un argumento de la defensa, fundamentado sobre el hecho de que las autoridades federales no ocuparon ningún rifle durante el allanamiento, mencionando que entre las municiones sí se encontraron balas compatibles con este tipo de arma.
Luego de que Besosa denegara la moción, la defensa presentó al jurado su primer testigo, Jordan Millman, un empresario de bienes raíces que habría participado en las negociaciones de un apartamento que Pina alquiló en 2010 en la ciudad de Miami.
Sin embargo, Besosa validó una objeción de la fiscalía, que alegó falta de pertinencia cuando la defensa intentó que se admitiera en evidencia copia del acuerdo de arrendamiento de la propiedad, lo que concluyó el testimonio de Millman.
De momento, se desconoce si la defensa intentará introducir nueva evidencia o presentar testimonios adicionales para consideración del jurado.
Los dos cargos que pesan contra Pina conllevan sendas penas máximas de 10 años de cárcel.