Ante un pico invernal de trasmisión del COVID-19, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció el viernes que será obligatorio el uso de la mascarilla en todos los lugares públicos bajo techo a menos que se requiera un certificado de vacunación para ingresar.
Hochul dijo que la decisión sobre el uso de la mascarilla se basa en la tasa de casos a siete días y el aumento de las hospitalizaciones. Nueva York impuso esa norma a principios de la pandemia, en abril de 2020, que duró más de un año.
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La nueva norma, que se aplica también al personal, estará en vigencia desde el lunes hasta el 15 de enero, cuando se efectuará una reevaluación.
“Entramos en un período de incertidumbre y podemos contener la trasmisión o perder el control”, dijo Hochul en un evento público en la ciudad de Nueva York.
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Los estados con normas similares sobre la mascarilla incluyen Washington, Oregon, Illinois, Nuevo México, Nevada y Hawaii.
Nueva York registró más de 68.000 pruebas positivas en el período de siete días que finalizó el miércoles. El pico es mayor en algunas zonas del norte del estado, donde se han producido caso el 75% de las muertes de COVID en hospitales desde agosto.
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“Nos encaminamos en una dirección ascendente que no me parece sustentable”, dijo la gobernadora.
Hochul anunció la norma en una agencia de servicios sociales en Manhattan donde la mayoría de la gente usa la mascarilla. La ciudad requiere su uso en restaurantes, locales de espectáculos y gimnasios bajo techo, de manera que la nueva norma no los afecta.
Varios condados del norte del estado aplican desde hace tiempo sus propias normas sobre el uso obligatorio de la mascarilla, entre ellos el condado de Erie, que incluye la ciudad de Buffalo.
Hochul dijo que los infractores enfrentarían sanciones civiles y criminales, incluida una multa máxima de 1.000 dólares. La vigilancia estará a cargo de las autoridades de salud locales.