La senadora independentista María de Lourdes Santiago radicó hoy, miércoles, un Informe de Minoría sobre el referido presentado ante la Comisión de Ética sobre el senador Albert Torres Berríos, el que catalogó como un “toallazo” porque a su juicio “oculta acciones” del legislador popular.
“Se falta a la responsabilidad con el país si se violenta la transparencia e integridad de los procedimientos con el claro fin de proteger a un senador”, señaló.
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El Informe sometido por Santiago Negrón fue suscrito por la senadora Ana Irma Rivera Lassen, y los senadores José Vargas Vidot y Henry Neumann.
En el informe se consigna que la mayoría “cometió error” al concluir que no se constituyó un patrón de acoso laboral en las oficinas bajo la dirección de Torres Berríos al no reconocer que el senador imputado tomó medidas de represalia en contra de la empleada que denunció los actos de acoso, en violación a la Ley para Prohibir y Prevenir el Acoso Laboral. De igual manera, al negarse a incluir en la Resolución alegaciones sobre entrega de dinero en efectivo al senador que, de ser probadas, pudieran configurar el delito de soborno.
En el informe se detalla, además, cómo la exclusión indebida de cierta evidencia documental, y la negativa de la mayoría a citar a ciertos testigos, limitó significativamente el proceso.
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“Una de las potenciales testigos, por ejemplo, había anticipado, como parte de una investigación administrativa previa al proceso en Ética, que tenía más información sobre aportaciones económicas a Torres Berríos”, dijo en declaraciones escritas.
El documento señala, además, que la principal testigo en el caso, la agrónoma Alba González Rivera, ex empleada de Torres Berríos, declaró que en las oficinas bajo la dirección de Torres Berríos prevalecía un ambiente hostil, cargado de expresiones impropias que incluían palabras soeces y gestos destemplados del legislador. En una de las declaraciones descartadas por la mayoría, suscrita por otro ex empleado, se relata que en una ocasión los exabruptos del Senador llegaron a tal intensidad que fue necesario llamar a una Pastora para que se llevara al Senador a orar.
Denuncia la senadora que fue un incidente relatado por González Rivera, donde alegadamente el senador Torres, insistiéndole con la frase: “Alba, llévame la gallinita”, le entregó $200 en efectivo que el legislador del PPD había solicitado del esposo de la empleada, quien había sido un estrecho colaborador suyo en la campaña.
“Fue esta cercanía la que condujo a la contratación de González, con un diferencial de $2,000 por encima del salario de $2,500 que ganaba en la agencia. Una vez González documenta su queja de acoso laboral ante la oficina de Recursos Humanos del Senado, Torres Berríos se comunica con el Secretario de Agricultura para que cancelara el destaque, a lo que accedió el Secretario. Esta acción constituye un acto de represalia prohibido por ley. De haber existido un acuerdo mediante el cual el esposo de González le diera efectivo a Torres Berríos a cambio del empleo de su esposa, se pudiera configurar el delito de soborno”, indica.
Sin embargo, en el Informe se aclara que la evidencia sobre ese asunto no satisface el estándar de prueba “más allá de duda razonable”, y que por lo tanto procede un referido al Departamento de Justicia. La mayoría de la Comisión se negó a que se hiciera referencia al asunto en su “Resolución, Informe y Determinación”.
Además del referido, en el Informe de Minoría se indica que se debieron haber impuesto a Torres Berríos un voto de censura, el cese permanente de sus funciones como presidente de comisiones y una penalidad de $5,000.
La Resolución, Informe y Determinación aprobada por la mayoría en la Comisión de Ética, así como el Informe de Minoría, deben ser sometidos al pleno del Senado al principio de la próxima sesión, que inicia el 10 de enero de 2022.