Miles de profesionales del sector salud marcharon en Bruselas el martes, en protesta contra la obligación de ponerse la vacuna contra el coronavirus y para exigir mejores condiciones laborales.
Unas 4.000 personas — con carteles que decían “Salve a una enfermera, mañana ella te salvará a tí” y “Mi cuerpo, mi decisión” — participaron en la protesta, según la policía en la capital belga.
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La bulliciosa protesta culminó frente a la sede del Ministerio de Salud de Bélgica, donde la policía en un momento usó gas irritante para alejar a los manifestantes. No se reportaron heridos.
A partir del 1 de enero, los trabajadores del sector salud en Bélgica tendrán tres meses para ponerse la vacuna. Los que no lo hagan tendrán suspendidos sus contratos a menos que muestran una constancia de haberse recuperado de COVID-19 o de haber dado negativo a la prueba recientemente.
A partir de abril, los que hayan ignorado esas normas podrán perder su empleo. Según estimados, unos 60.000 trabajadores del sector salud no están vacunados en Bélgica, un país de 11,5 millones de habitantes.
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“Creo que eso es decisión de cada uno”, expresó a la AP Virginie, una asistente en un consultorio médico en el sur de Bélgica que pidió no usar su apellido. “Si despiden al personal no vacunado, nunca superaremos esto. Ya es bastante difícil”.
Bélgica reportó un promedio diario de 17.000 casos nuevos de coronavirus y 300 hospitalizaciones en la última semana. Para el lunes había 816 personas en unidades de cuidados intensivos, un aumento de 7% con respecto a la semana anterior.