México confirmó el viernes el primer caso de la variante ómicron en el país en una persona de 51 años procedente de Sudáfrica, informó el subsecretario Hugo López-Gatell, vocero del gobierno federal para la pandemia.
Según explicó el funcionario en su cuenta oficial de Twitter, “voluntariamente se internó en un hospital privado en la Ciudad de México para evitar contagiar”. Su pronóstico de recuperación es favorable.
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La persona afectada llegó a México el 21 de noviembre y, seis días después, presentó los primeros síntomas, indicó la Secretaría de Salud en un comunicado.
López-Gatell indicó que desde el 26 de noviembre México estableció un protocolo de vigilancia virológica que identifica tempranamente casos de COVID-19 en personas que llegan de cualquier país.
“Cerrar fronteras y bloquear personas o bienes, no son medidas útiles para contener las variantes”, insistió el funcionario quien subrayó que la mayor protección la da la vacunación.
Los científicos descubrieron la variante más reciente hace poco más de una semana en Sudáfrica y Botsuana, y actualmente se ha encontrado en varios países, incluidos varios en América como Canadá, Estados Unidos o Brasil. Sigue sin saberse mucho sobre la nueva variante, incluso si es más contagiosa, como sospechan algunas autoridades, o si provoca enfermedad más severa.
Hasta la fecha en México se ha identificado la circulación de las variantes alfa, beta, gamma, delta y ómicron.
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López-Gatell hizo un llamamiento a conservar la calma “y seguir aplicando medidas para evitar contagios: sana distancia, uso de cubrebocas, estornudo de etiqueta y lavado frecuente de manos”.
Sin embargo, desde hace un mes México ha restablecido los eventos masivos, primero con las celebraciones por el Día de Muertos y luego con el mitin de los tres años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en el zócalo capitalino.
México ha confirmado casi 3,9 millones de casos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia y casi 295.000 muertos confirmadas por una prueba aunque el número estimado real de fallecimientos vinculados con el coronavirus es, según cifras oficiales, cercano a los 450.000.