Japón pidió a las aerolíneas internacionales que dejen de aceptar reservas para vuelos al país hasta finales de diciembre mientras refuerza sus controles fronterizos contra una nueva variantes del coronavirus, dijo el Ministerio de Transporte el miércoles.
El pedido en una medida de emergencia ante la alarma global por la variante ómicron, reportada por primera vez en Sudáfrica la semana pasada.
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Quienes ya tengan su boleto reservado no se verán afectados, aunque los vuelos podrían cancelarse por falta de viajeros, explicó el Ministerio de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo. Los pasajeros en tránsito tampoco se verán afectados, añadió. Japón es un principal punto de conexión de vuelos con origen y destino en Asia.
La medida se anunció coincidiendo con la confirmación de un segundo caso de ómicron en una persona que llegó procedente de Perú, un día después del primero, un diplomático de Namibia.
Japón prohíbe desde el martes la entrada de visitantes extranjeros como medida de precaución contra la variante. El veto estará en vigor hasta final de año. Los ciudadanos nipones que regresen al país tendrán que hacer cuarentena por 14 días.
La Organización Mundial de la Salud advirtió el lunes que, según las primeras evidencias, el riesgo global de la ómicron es “muy alto” y podría provocar repuntes con “graves consecuencias”.
Por otra parte, el país comenzó a ofrecer el miércoles la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 a trabajadores de la salud ante la creciente preocupación que despierta la ómicron.
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La campaña de vacunación japonesa arrancó a mediados de febrero, y algunos sanitarios que recibieron las inyecciones hace más de nueve meses están deseando obtener una protección extra ante una posible nueva ola de contagios.
Por el momento se desconocen muchos aspectos sobre la nueva variante, incluyendo si es más contagiosa — como sospechas algunas autoridades sanitarias_, si hace que los enfermos desarrollen cuadros más graves o si puede frenarse con la vacuna.
En el Centro Médico Tokio, un grupo de enfermeras y doctores recibieron la tercera dosis.
“Es un importante primer paso para que nuestros pacientes y sus familias sean tratados con una sensación de seguridad”, dijo el director del hospital, Kazuhiro Araki.
Aunque todavía se está analizando la eficacia de la vacuna contra la ómicron, las dosis de refuerzo son importantes, agregó Araki, porque las fórmulas siguen siendo efectivas contra otras variantes, incluyendo la delta, que puso a prueba el sistema sanitario del país este verano.
En principio, quienes recibieron la segunda dosis hace ocho meses, pueden optar a la tercera para evitar nuevas infecciones. Este plazo podría reducirse a seis meses si aumenta el número de casos, dijeron las autoridades.
La campaña de vacunación japonesa tuvo un inicio lento, pero se reactivó en mayo y ahora el 77% de su población tiene la pauta completa, una de las principales razones porque las que, de acuerdo con los expertos, los contagios han bajado de forma constante desde septiembre.
Se espera que enero se empiece a administrar la dosis de refuerzo a los mayores, que recibieron la primera a partir de abril.