Investigadores del gobierno español acordaron permitir que otros manufactureros fabriquen su prueba de anticuerpos del coronavirus, una medida que podría aumentar significativamente las pruebas realizadas en países pobres con poca vigilancia hacia el COVID-19.
El Consejo Nacional de Investigaciones de España firmó un acuerdo de licencia para su prueba de anticuerpos del COVID-19, informaron el martes la Organización Mundial de la Salud y el Medicines Patent Pool respaldado por la ONU. Es la primera vez que un fabricante permite que su prueba de coronavirus sea incluida en un fondo tecnológico establecido por la OMS.
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La agencia de la ONU abrió el año pasado un fondo de COVID con la esperanza de convencer a los productores de pruebas, tratamientos y vacunas contra el virus, de compartir sus licencias para que los productos fueran fabricados y usados a nivel mundial. Hasta esta semana, ni un solo manufacturero había aceptado ayudar.
El acuerdo con los productores españoles cubre todas las patentes relacionadas y los ingredientes biológicos necesarios para hacer la prueba, indicó la OMS. Agregó que la prueba es fácil de usar y adecuada para países de bajos y medianos recursos con una red de laboratorios básica. La prueba de anticuerpos puede hacer una distinción entre quienes se vacunaron y quienes han estado infectados con COVID-19, lo que podría ayudar a las autoridades a refinar sus medidas de control en la pandemia conforme introducen sus campañas de vacunación.
“Exhorto a los productores de vacunas, tratamientos y diagnósticos del COVID-19, que sigan este ejemplo y cambien el curso de la pandemia y de la devastadora desigualdad mundial que esta pandemia ha evidenciado”, expresó en un comunicado el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus. Menos del 1% de las vacunas contra el COVID-19 del mundo han llegado a países pobres.
