TAIPÉI, Taiwán — Los fuegos artificiales resonaban mientras miles de visitantes del Shanghai Disneyland esperaban a los resultados de sus pruebas de COVID-19, rodeados de trabajadores de salud vestidos de la cabeza a los pies con trajes protectores blancos.
El parque anunció de repente el domingo por la noche que ya no aceptaría más visitantes y que colaboraba con una investigación epidemiológica de otra provincia. Después cerró el recinto, mientras policías y trabajadores de salud de la ciudad de Shanghái acudían al lugar para hacer pruebas multitudinarias.
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El parque permanecería cerrado el lunes y el martes mientras cooperaba con los esfuerzos de prevención de la pandemia, según un aviso de la compañía el lunes.
El repentino aviso del recinto y su cierre temporal subrayó la seriedad de China con su estrategia de tolerancia cero para combatir la pandemia.
Muchos países el mundo han optado por vivir con el virus, ya sea por decisión o necesidad, pese a la presión sobre los sistemas de salud y el exceso de mortalidad que causan las sucesivas olas de contagios.
En China, que mantiene la frontera cerrada desde marzo de 2020, la política ha sido cortar la cadena de transmisión del virus tan rápido como sea posible. Con una estricta cuarentena a la llegada al país, las autoridades han intentado eliminar los brotes locales, lo que ayudó al país a mantener relativamente bajas sus cifras de 4.636 muertes y 97.243 casos reportados desde el inicio de la pandemia.
En el caso que afectó al parque de Shanghái, una persona dio positivo en la vecina ciudad de Hangzhou después de visitar Disneyland el sábado, según medios locales.
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Durante horas el domingo por la noche, decenas de miles de familias y visitantes quedaron recluidos en el recinto mientras esperaban un resultado negativo que les permitiera marcharse.
Una aficionada a Disney que se identificó por su apellido, Chen, dijo que estaba dentro del parque cuando oyó el anuncio de que debía hacerse la prueba a las 17:00, pero se lo había tomado con naturalidad.
“Nadie se quejó, y todo el mundo se comportó muy bien”, dijo. Chen comentó que tiene una suscripción anual y visita el parque al menos una vez al mes. Estaba esperando en un hotel a su segunda prueba de COVID antes de poder marcharse de vuelta a Beijing.
La ciudad anunció el lunes por la mañana que las 33.863 personas que habían visitado el parque durante el fin de semana habían dado negativo en COVID-19. Se les pediría que se hicieran pruebas de nuevo en las próximas dos semanas y controlaran su salud.