El alcalde de Isabela, ingeniero Miguel ‘Ricky’ Méndez Pérez, emitió una Orden Ejecutiva para declarar estado de emergencia en los límites del Municipio, a los fines de proteger a la población ante la eventualidad de un paro ‘de brazos caídos’ por algunos policías estatales durante este fin de semana.
“Es conocido por todos que al celebrarse Halloween por algunas personas, la actividad criminal, sobre todo en horas de la noche, puede aumentar, de manera que nosotros en el Municipio de Isabela vamos a reforzar los trabajos de nuestro componente de seguridad, policía municipal y manejo de emergencias”, señaló.
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Entre las medidas a implantarse está la de modificar el horario de cierre de los negocios de expendio de bebidas alcohólicas. “Todo negocio que regularmente opera en horario de 24 horas y que venda bebidas alcohólicas, no podrá hacerlo entre los horarios de 10:00 pm a 6:00 am, durante el fin de semana del 29 al 31 de octubre”, detalló Méndez Pérez.
El Comisionado de la Policía Municipal de Isabela activará todos los recursos del Municipio bajo la dirección, quedan suspendidos los días libres y el disfrute de licencia de vacaciones durante esta emergencia. El Alcalde autorizó además a la Directora de Finanzas a identificar fondos para la contratación de recursos dedicados a trabajos relacionados con esta emergencia.
La determinación del alcalde isabelino de emitir la Orden Ejecutiva se fundamenta en los poderes y facultades que le confiere la Ley 107 del 14 de agosto del 2020, según enmendada, conocida como “Código Municipal de Puerto Rico”, que especifica que el alcalde será la máxima autoridad de la Rama Ejecutiva del gobierno municipal y en tal calidad le corresponderá su dirección, administración y la fiscalización del funcionamiento del municipio.
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Informes de prensa señalan que miembros de la Policía de Puerto Rico han acordado ausentarse este fin de semana del 29-31 de octubre para expresar su rechazo a las condiciones laborales precarias a las que se exponen diariamente. Esta acción traerá como consecuencia que las calles estarían a merced de los delincuentes o de personas inescrupulosas en grave menosprecio de la seguridad de todos.