Un expolítico que había propuesto derrocar al gobierno francés fue acusado de terrorismo en relación con lo que las autoridades señalan como un plan de extrema derecha para atacar centros de vacunación, una logia masónica y otros objetivos.
Rémy Daillet-Wiedemann estaba acusado antes de orquestar el secuestro internacional de una niña para entregarla a la madre que había perdido la custodia. Fue encarcelado en el este Francia por ese caso cuando surgieron las nuevas acusaciones que involucran a muchos en el mismo círculo de extrema derecha de sus seguidores.
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Durante la búsqueda de la niña, que finalmente fue rescatada a salvo en Suiza, los investigadores de la unidad antiterrorista advirtieron que en el secuestro habían participado diversas personas a las que tenían vigiladas por extremismo de derecha relacionado con otras cuestiones.
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Daillet se autoexilió en Malasia en ese entonces, pero se vio obligado regresar a Francia —donde fue arrestado de inmediato.
El abogado de Daillet, Jean-Christophe Basson-Larbi, describió a su cliente como un prisionero político. Afirmó que Daillet sólo había propuesto el fin pacífico del sistema político y conservó su fe en la justicia francesa a pesar de los cargos en su contra.
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Había anunciado que se postularía como candidato presidencial para las próximas elecciones en Francia.
A Daillet le fincaron cargos el viernes.
