Un potente sismo provocó el colapso de al menos una mina de carbón y muchas casas de barro en el suroeste de Pakistán en la madrugada del jueves, causando 20 muertos y más de 200 heridos, informó un funcionario.
Se espera que el número de víctimas mortales aumente a medida que los equipos de rescate revisen la remota zona montañosa, dijo Suhail Anwar Shaheen, comisario adjunto de la región.
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Al menos cuatro de los fallecidos perdieron la vida cuando la mina de carbón en la que trabajaban se vino abajo, señaló Shaheen citando reportes de los mineros de la zona. Hasta 100 viviendas colapsaron enterrando a los residentes mientras dormían, agregó.
El temblor de magnitud 5,9 tuvo su epicentro a unos 15 kilómetros (9 millas) al norte-noreste de Harnai, en la provincia de Baluchistán, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Inicialmente se dijo que tuvo una magnitud de 5,7. Ocurrió a unos 9 kilómetros (5,5 millas) de profundidad; los terremotos menos profundos tienden a causar más daños.
El lugar, a unos 100 kilómetros (60 millas) de Quetta, la capital de la provincia, está salpicado de minas de carbón, el motivo por el que Shaheen temía que el conteo de muertos pudiese aumentar. El sismo ocurrió en la madrugada, con muchos de los mineros ya en sus puestos de trabajo, explicó.
En el ejército paquistaní se desplegó en la zona para trasladar por aire a docenas de heridos desde las cumbres de las montañas. Al menos nueve personas en estado crítico fueron llevadas al hospital provincial en Quetta. Los equipos de rescatistas llegaron a las montañas, afirmó el ejército en un comunicado.
La preocupación por la situación de decenas de mineros que podrían estar atrapados iba en aumento. Las viviendas yacían sobre montones de lodo y paja. Pudo verse a residentes de pequeñas aldeas de montaña deambulando aturdidos entre los escombros.
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“Mujeres, niños, todos corrían aquí y allá”, afirmó uno de los residentes, Ghulam Khan. “Estábamos asustados y no sabíamos qué hacer”.
Las ambulancias llegaron pronto para trasladar a los heridos al aeropuerto de Harnai.
Los médicos trataban a los pacientes en el exterior del centro mientras las réplicas de magnitud 4,6 seguían remeciendo la tierra durante la mañana. Niños con vendajes ensangrentados esperaban en camillas fuera del hospital mientras las ambulancias traían a más heridos.
“Por el momento hemos tratado a más de 200 víctimas”, afirmó Manzoor Ahmed, responsable médico del hospital del distrito de Harnai. El pequeño centro rural estaba al límite, añadió. Al menos 15 de los cuerpos fueron llevados también allí.
La mayoría de la población de la zona vive en casas de adobe tostadas por el sol, muchas de las cuales se derrumbaron. Las labores de rescate seguían en marcha, pero Shaheen apuntó que para llegar a muchos de los puntos más afectados se necesitarían horas.
Testigos dijeron que los residentes, envueltos en mantas para protegerse del frío, esperaban sentados a un lado de la carretera a que las réplicas perdiesen intensidad y la llegada de ayuda.
La zona está aislada y las temperaturas nocturnas otoñales ya son bajas.
La región suroccidental de Baluchistán está en una zona con actividad sísmica, según la autoridad provincial de gestión de desastres. El peor terremoto registrado allí, en 1935, destruyó la capital y mató a más de 35.000 personas. Desde entonces, decenas de terremotos han sacudido la región, la menos poblada del país con apenas 12 millones de personas.
Pakistán tiene 220 millones de habitantes, de los cuales el 60% viven en la provincia oriental de Punjab.