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Presidente de Luma afirma que ya se corrigieron los problemas que impidieron facturación a miles de clientes

Fallas en el sistema provocaron que no se le pudiera emitir la factura de agosto a casi 40,000 clientes

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Aun cuando no supo precisar la causa del problema que provocó que decenas de miles de clientes de la red eléctrica no recibieran su factura para el mes de agosto, el presidente de Luma Energy, Wayne Stensby, aseguró que la situación ya fue resuelta de cara a los próximos ciclos de cobro.

“No puedo hablar en gran detalle (pero) me consta que las correcciones se hicieron”, dijo el ejecutivo, al indicar que desconocía los detalles técnicos que impidieron la emisión de facturas a los consumidores.

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La magnitud del problema trascendió el pasado miércoles, durante una conferencia técnica del Negociado de Energía (NEPR) en la que los representantes de Luma Energy reconocieron que unos 39,000 clientes no recibieron la factura correspondiente al mes de agosto.

De acuerdo con los estimados de la compañía, el imprevisto, que fue catalogado como una “anomalía”, tuvo un costo de $8.9 millones respecto a los ingresos esperados para ese ciclo de facturación.

Sin embargo, en esa misma conferencia técnica, donde precisamente se solicitó un incremento en la factura para el trimestre de octubre a diciembre, el jefe de Asuntos Regulatorios de Luma Energy, Mario Hurtado, aseguró que el consumo no facturado no incidía en el pedido de aumento tarifario, ya que el consorcio espera cobrarles a los 39,000 clientes de forma retroactiva. El cobro, dijo Hurtado, se calcularía a base de la tarifa vigente al momento del consumo.

Stensby, en una rueda de prensa virtual esta mañana, sostuvo que la facturación de ninguna manera afecta los ingresos de Luma Energy, sino que son asuntos que debe reportar al NEPR en rol como agente de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), así como solicitar los ajustes tarifarios que garanticen los fondos necesarios para la operación del sistema.

A preguntas de Metro, el ejecutivo de Luma Energy indicó que no tenía a la mano un desglose de cuántos de los clientes afectados eran residenciales, comerciales o industriales.

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En total, la AEE brinda servicio a casi 1.5 millones de consumidores.

El aumento de 2.49 centavos por kilovatio hora (kW/h) en la factura que Luma Energy solicitó para el trimestre que comienza el 1 de octubre se fundamentó, según lo ventilado en la conferencia técnica, en el incremento en los precios del combustible en el mercado internacional, así como la necesidad de encender las generatrices conocidas como ‘peakers’, que utilizan combustibles más caros, debido al alza en demanda y la indisponibilidad de varias de las unidades principales. En combinación, estos factores habrían producido un gasto que superó en más de $80 millones las proyecciones que se tenían para el periodo de junio a agosto.

La posibilidad de mitigar, a futuro, el efecto de este tipo de fluctuaciones sobre la tarifa energética es una responsabilidad que queda en manos de la AEE, que todavía administra el componente de generación, señaló Stensby.

“Cualquier estrategia con relación a los precios de combustible no es parte del rol de Luma. No estamos involucrados en la compra de combustible y cualquier estrategia en ese sentido dependería de la AEE”, subrayó Stensby, al mencionar tácticas como el ‘hedging’, que implicaría adquirir un mayor volumen de combustible cuando los precios se encuentran más bajos.

Al repasar los primeros 100 días desde que Luma Energy asumió, el 1 de junio, control de la transmisión y distribución, Stensby tronó contra las alegaciones de que la inexperiencia de la compañía habría incidido sobre los problemas de generación en las centrales principales.

Por ejemplo, el ingeniero Agustín Irizarry, exvicepresidente de la Junta de Gobierno de la AEE e integrante de la coalición Queremos Sol, afirmó recientemente que “entendemos que la salida de Costa Sur 6 fue a causa de vibraciones tras una avería en una línea de transmisión el 22 de agosto. La ausencia de esos 400 MW (megavatios) hasta diciembre o enero va a tener un impacto significativo en el costo total del sistema, lo que estimamos entre $15 y $20 millones de dólares”.

La unidad 6 de Costa Sur, una de las que genera energía más barata en el sistema y que se había reparado tras los daños que sufrió con los terremotos de 2020, se espera que esté fuera de servicio al menos hasta finales de diciembre.

Stensby catalogó las alegaciones que implican a Luma con las averías recientes como un “intento desesperado de desviar la atención de lo que está sucediendo”, en relación a la “obsolescencia” y “mal mantenimiento” de las plantas de la AEE.

“Se alinea con los reclamos de la Utier (Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego) y de los simpatizantes de la Utier. No hay negligencia en el manejo de las líneas de transmisión”, sostuvo.

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