Miles de personas se manifestaron el sábado en ciudades de Italia en apoyo a las mujeres afganas y para exigir la presión internacional continua contra los líderes talibanes del país para que permitan que las mujeres participen en la vida política y educativa del país.
Entre los grupos que organizaban las protestas había miembros de la Fundación Pangea, que durante 20 años trabajó en proyectos de desarrollo económico para las mujeres afganas antes de ayudarlas a desalojar cuando el Talibán tomó el control del país.
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En la protesta del sábado, las personas que apoyan a Pangea tenían una P trazada en su mano. Fue la misma P que las mujeres afganas escribieron en sus manos para ser reconocidas en el aeropuerto de Kabul y ser desalojadas durante las semanas caóticas en que países occidentales pusieron fin a sus misiones militares.
“Debemos seguir presionando para que las mujeres puedan participar no sólo en la educación, sino también en la política de su país”, dijo Simona Lanzoni, vicepresidenta de Pangea, durante una protesta en Roma. “Y después quizás debemos continuar con los desalojos humanitarios en una forma específica, primero pensando en todas esas mujeres que no pudieron entrar al aeropuerto en agosto, pero hoy corren mucho riesgo en Afganistán”.
Miles de personas en varias ciudades italianas participaron en el evento con el eslogan #Nonlasciamolesole (No las abandonemos), en donde oradores pidieron un observatorio permanente para los derechos de las mujeres en Afganistán en el Ministerio de Asuntos Exteriores y en Naciones Unidas.
