La Reserva Federal indicó el miércoles que podría empezar a aumentar su tasa de interés referente el año próximo, señal de que le preocupa la persistencia de presiones inflacionarias.
En un comunicado, la Fed dijo que empezará a reducir las compras mensuales de bonos en los próximos meses si la economía sigue mejorando. El objetivo de la compra de bonos era reducir las tasas de préstamos a largo plazo para alentar el crédito y el gasto.
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En conjunto, los planes del banco central reflejan su convicción de que la economía se ha recuperado lo suficiente de la recesión provocada por la pandemia para poder empezar a reducir el apoyo extraordinario que le brindó cuando el coronavirus paralizó la economía hace 18 meses. A medida que se ha fortalecido la economía, la inflación ha aumentado a su mayor nivel en tres décadas, lo que significa una mayor presión sobre la Fed para que empiece a retroceder.
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La recuperación ha sido más veloz que lo previsto por muchos economistas, aunque el crecimiento se ha frenado recientemente al aumentar los casos de COVID-19. La escasez de mano de obra y de oferta han perjudicado a la manifactura, la construcción y otros sectores. La economía ha recuperado su volumen previos a la pandemia y se cree que está creciendo a una tasa anual de 4% en el actual trimestre julio-setiembre.
Al mismo tiempo, ha aumentado la inflación a medida que el crecimiento del gasto de consumo combinado con los trastornos a las cadenas de suministro han provocado escasez de semiconductores, autos, muebles y electrodomésticos, Los precios al consumidor aumentaron 3,6% en julio con respecto al año anterior, el aumento más grande de este índice desde 1991.
