Dos familias de Adjuntas han vivido los últimos cuatro años en un antiguo plantel escolar que les sirvió de refugio durante el paso del huracán María.
En entrevista con Telenoticias, los habitantes de la escuela Aquilino Rivera describieron que perdieron todo con el fenómeno tropical, y su único techo era la estructura escolar.
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“Como a los tres días fue que yo vine a bajar a mi hogar y me di cuenta que había perdido todo. El camino fue un desastre”, expresó Mildred González, una de las habitantes.
Estas familias se vieron obligadas a vivir en la escuela, luego de que el Gobierno les negara ayuda económica para reconstruir sus viviendas.
“Si tenemos que pagar algo, una renta, pues mira la pagamos. Si tenemos que pagar agua y luz, que las pongan a nosotros. La pagamos”, agregó González.
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Por su parte, Analiz Vélez, describió que su casa era una de madera, “vieja ya”, donde “se perdió todo completo”.
“Nos fue denegada la ayuda porque no tenía la escritura de que la casa era mía”, agregó.
Según Juan Francisco Vargas, ya están acostumbrados a vivir en la escuela y no tienen intensiones de mudarse. “Es mi casa”, expresó.