Renato Betancourt, uno de los proveedores de equipo de audio del polémico festival de música Baja Beach Fest, falleció tras pelear durante un mes contra el Covid-19. El empresario regiomontano y organizador de eventos en Serpro Producciones se encargaba de dirigir la sonorización e iluminación de importantes eventos musicales alrededor del país.
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Aunque dicha empresa a su cargo intervino en la organización del controvertido festival en Rosarito, Baja California, Renato nunca asistió porque ya venía batallando con el virus desde hacía semanas.
Renato era una persona muy conocida en la industria y muy apreciada en Nuevo León, desde donde operaba su empresa.
“Cuando en los años 90 se cocinaba la escena subterránea de la cual surgiría la llamada Avanzada Regia, Renato incursionó como baterista con el grupo Subterraneón. No alcanzó la fama y fortuna como músico, lo cual nunca le hizo falta pues canalizó sus inquietudes en otras áreas con magníficos resultados. Siempre con el cabello largo, empezó con montajes para conciertos de bandas locales en aquellos años cuando prácticamente nadie tenía equipo profesional. Sonorizó tocadas en La TUMBA Musicantro-Cultubar, el Skizzo, el CAFE IGUANA y muchos otros lugares.También organizó conciertos y festivales locales al lado de otros personajes de aquella escena noventera como Memo Maradiaga, Gabriel Guerra y @Toy Hernández.Y ya cuando los grupos regiomontanos despegaron, fue manager y/o representante de El Gran Silencio y Jumbo, y seguramente de otros artistas que confiaban en él por sus conocimientos técnicos y tácticos. Finalmente concentró sus esfuerzos en Serpro, la empresa con la cual sonorizó e iluminó miles de conciertos y giras en el país, desde shows en el Auditorio CitiBanamex y la Arena Monterrey, hasta los Pa’l Norte, Metallica en el Estadio Universitario y giras de Luis Miguel, por citar solo algunos. De bajo perfil mediático, pero muy sociable y bien conocido entre músicos, empresarios y staff técnico, Renato fue pieza fundamental en el desarrollo de la escena del rock y de la música en general en nuestra ciudad (Monterrey)”, reporta un post del Periódico La Rocka.
Críticas al BBF en Rosarito
En concreto, las críticas a este espectáculo se volcaron por los protocolos sanitarios, la falta de sana distancia y la facilidad para burlar controles sanitarios como prueba negativa o certificado de vacunación, algo que ya ha sucedido en varias partes del mundo donde se han organizado masivos y reactivado la industria del entretenimiento.
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En la cuarta edición del evento multitudinario, se reportaron varios contagios entre los asistentes. De esta forma, una joven expresó que no le importaba haber contraído Covid-19 y que no se arrepentía de nada.
En algunos grupos de Facebook relacionados con el Baja Beach Fest, varios de los espectadores manifestaron la presencia de síntomas después del primer fin de semana del festival. Tos, dolor de articulaciones y fiebre fueron algunas de las muestras del coronavirus, pese a que algunos estaban vacunados.
Además, en el espectáculo se denunciaron corruptelas del staff del evento. Presuntamente pusieron a la venta pulseras para ingresar sin la necesidad de presentar comprobante de vacunación o prueba negativa de coronavirus.
El semáforo amarillo en Baja California no impidió su celebración durante dos fines de semana consecutivos, del 13 al 15 de agosto y del 20 al 22 de agosto, con más de 20 mil personas por día, según reportes locales.