El huracán Ida se convirtió el lunes en tormenta tropical mientras sus vientos más fuertes pasaban sobre Mississippi, 16 horas después de tocar tierra en Luisiana como uno de los huracanes más fuertes jamás registrados en el territorio continental de Estados Unidos.
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La tormenta empujó tanta agua hacia la desembocadura del Mississippi que invirtió el flujo del caudaloso río y dejó sin luz a Nueva Orleans, cortando el suministro de emergencia para el crucial sistema de drenaje de la ciudad.
Las lluvias torrenciales seguían cayendo el lunes mientras la tormenta se movía despacio hacia el norte. En algunos lugares se esperaban hasta 60 centímetros (dos pies) de agua, y los reportes de carreteras y viviendas inundadas se multiplicaban. Los vientos y el agua ya habían tenido un efecto catastrófico en la costa sureste de Luisiana, y las peligrosas crecidas en ríos se extendían tierra adentro, según el Centro Nacional de Huracanes.
La tormenta tocó tierra el mismo día del año que el huracán Katrina, que arrasó Luisiana y Mississippi 16 años antes. Sus vientos de 230 kilómetros (150 millas) por hora igualaron la marca del quinto huracán más fuerte que jamás ha golpeado el territorio continental de Estados Unidos.
Ya se le atribuía una muerte, una persona golpeada por un árbol caído en Prairieville, a las afueras de Baton Rouge, según la policía de la región de Ascension.
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Más de un millón de clientes en Luisiana y Mississippi se quedaron sin electricidad, según PowerOutage.US, que monitorea los apagones en todo el país. Eso aumentó su vulnerabilidad a inundaciones y les dejó sin aire acondicionado ni refrigeradores en medio del calor abrasador del verano.
La compañía Entergy confirmó que la única electricidad en Nueva Orleans procedía de generadores, según un tuit de la Oficina de Seguridad Nacional y Preparación de Emergencias que citó un “catastrófico daño en la transmisión”. La ciudad depende de Entergy para el sistema eléctrico de emergencia de las bombas que devuelven el agua de las tormentas por encima de los diques de la ciudad. El sistema se ha mejorado mucho desde Katrina, pero Ida suponía el mayor reto desde ese desastre.
El servicio del 911 en la región de Orleans también tenía problemas el lunes por la mañana. El Centro de Comunicaciones de Emergencias de Nueva Orleans instó en un tuit a quienes necesitaran ayuda de urgencia a que acudieran a su estación de bomberos más cercana o se dirigieran a su agente más cercano.
Ida se convirtió por fin en tormenta tropical 16 horas después de tocar tierra en Luisiana como huracán de categoría 4. Sus vientos máximos sostenidos eran de 97 kilómetros (60 millas) por hora el lunes por la mañana, y los expertos esperaban que se debilitara con rapidez aunque siguiera dejando lluvias torrenciales en una amplia zona.
El centro del meteoro estaba 155 kilómetros (95 millas) al sur-suroeste de Jackson, Mississippi, y se desplazaba hacia el norte a 13 kilómetros (8 millas) por hora.