Florida contabilizó 13.427 ingresos hospitalarios por la COVID-19, con lo que rompió de nuevo su récord diario, al igual que en la cifra de nuevos casos diarios al sumar 22.783 nuevas infecciones, informaron este viernes las autoridades locales y en momentos en que las hospitalizaciones de menores se sitúan en al menos 135.
El total de hospitalizaciones por COVID-19 representa el 23,16 % del número de camas disponibles, con el 84.2 % ya ocupadas, según cifras reportadas por cerca de 300 centros médicos del estado al Departamento de Salud y de Servicios Humanos (HHS).
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El récord anterior se registró este miércoles, cuando 12.408 pacientes fueron hospitalizados, un récord que se ha venido rompiendo todos los días desde el pasado domingo, según la HHS.
Mientras las hospitalizaciones continuaron rompiendo marcas, la cifra de infectados registró en las últimas 24 horas 22.783 nuevos casos diarios, y 199 decesos, según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) divulgados hoy por Nikki Fried, comisionada de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida.
La cifra supone un nuevo récord para Florida desde que comenzó la pandemia en 2020, luego de registrar el pasado fin de semana 21.683 nuevos casos diarios.
El alarmante repunte de hospitalizaciones y casos tiene lugar cuando los nuevos datos de incidencia por COVID-19 en menores muestran que este martes ingresaron 135 contagiados, más que en ningún otro estado del país a excepción de Texas, con 142 niños hospitalizados a causa del coronavirus, recogió el diario Miami Herald.
PROPUESTA DE EMERGENCIA SOBRE MASCARILLAS
Por otro lado, el departamento de educación de Florida aprobó hoy una regla de emergencia propuesta que otorgaría vales escolares especiales a las familias que quieran transferir a sus hijos de las escuelas públicas que impongan reglas sobre la imposición de mascarillas, aunque los términos de la propuesta siguen siendo vagos.
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La regla, aprobada de forma unánime, indica que los padres podrán solicitar la denominada “Beca Hope”, que permite que los estudiantes puedan ser transferidos de escuela cuando los “protocolos de salud por COVID-19 de un distrito escolar, incluido el uso de mascarilla, representen un peligro para la salud o la educación de los hijos”.
Los CDC recomendaron a fines de julio que todos, independientemente de su estado de vacunación, lleven mascarilla en el interior de las escuelas.
Estas pautas federales de prevención fueron revisadas en respuesta a la variante delta, altamente contagiosa, que se propaga por todo el país, ya que los niños menores de 12 años siguen sin ser elegibles para las vacunas.
En la práctica, la regla propuesta podría derivar a más estudiantes hacia escuelas privadas o fuera de distritos escolares públicos como resultado de los protocolos contra el COVID-19.
El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, ha redoblado en estos días su negativa adoptar las recomendaciones de los CDC sobre el uso de mascarillas en los colegios, pese a que los sistemas escolares de los condados de Broward, Duval y Alachua ya han decidido exigir que los estudiantes lleven tapabocas cuando las clases comiencen este mes.
La lucha de DeSantis contra la vuelta a las mascarilla en los colegios ha alimentado incluso la confrontación con la Casa Blanca, donde el presidente Joe Biden indicó esta semana que DeSantis debería “salirse del camino” y permitir que las escuelas y las empresas impongan la obligatoriedad de las mascarillas.