Berlín – Al menos 100 personas murieron en las devastadoras inundaciones que azotan partes del oeste de Alemania y Bélgica, dijeron las autoridades el viernes, mientras continúa la búsqueda de los cientos de desaparecidos.
Las autoridades del estado alemán de Renania-Palatinado reportaron 50 decesos, incluyendo al menos nueve residentes de un centro para personas con discapacidad. En la vecina región de Renania del Norte-Westfalia, las estimaciones oficiales contemplaban 43 muertos, pero se advirtió que la cifra podría aumentar.
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Los equipos de rescate se apuraban el viernes para ayudar a las personas atrapadas en sus viviendas en la localidad de Erftstadt, al suroeste de Colonia. Según las autoridades regionales, varios residentes murieron tras el derrumbe de sus casas y fotografías aéreas mostraban lo que parecía ser un enorme socavón.
“Anoche logramos sacar a 50 personas de sus casas”, dijo Frank Rock, jefe del gobierno local. “Sabemos de 15 personas que aún necesitan ser rescatadas”.
En declaraciones a la televisora alemana n-tv, Rock apuntó que las autoridades no tienen aún el número exacto de víctimas mortales.
“Hay que asumir que, dadas las circunstancias, algunas personas no lograron escapar”, afirmó.
Alrededor de 1.300 personas seguían desaparecidas en Alemania, dijeron las autoridades el jueves en la noche, aunque advirtieron que la elevada cifra podría deberse a la duplicación de datos y a los problemas para dar con ellas por cortes en carreteras y conexiones telefónicas.
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Según un conteo provisional, el número de víctimas mortales en Bélgica ascendió a 12, con cinco desaparecidos, dijeron autoridades locales y medios a primera hora del viernes.
Las inundaciones repentinas de esta semana siguieron a días de fuertes lluvias que convirtieron arroyos y calles en potentes torrentes que arrastraron autos y causaron el colapso de viviendas en toda la región.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresaron su pesar por los decesos durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca el jueves en la noche.
La líder alemana, que realiza su último viaje a Washington antes de dejar el cargo más adelante en el año, dijo que temía que “la magnitud total de esta tragedia no se vea hasta los próximos días”.
El gobernador de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, convocó una reunión urgente de su gobierno el viernes. Su gestión de las inundaciones está considerada una prueba de sus ambiciones para suceder a Mekel en las elecciones del 26 de septiembre.
Las autoridades han advertido que este tipo de desastres podrían convertirse en algo habitual debido al cambio climático.
Malu Dreyer, la gobernadora de Renania-Palatinado, señaló que esto muestra la necesidad de acelerar los esfuerzos para frenar el calentamiento global.
“Hemos experimentado seguías, fuertes lluvias e inundaciones durante varios años seguidos, también en nuestro estado”, dijo en declaraciones al grupo de medios Funke. “El cambio climático ya no es algo abstracto. Estamos experimentándolo cerca y de forma dolorosa”.
La mandataria acusó al partido de centro derecha de Laschet y Merkel de obstaculizar los esfuerzos para conseguir una mayor reducción de los gases de defecto invernadero en el país, que es la mayor economía europea y el máximo emisor de este tipo de gases en la región.
Miles de personas siguen sin hogar luego de que sus casas quedaron destrozadas o fueron consideradas de alto riesgo por las autoridades, incluyendo en varias aldeas alrededor del embalse de Steinbach, que según los expertos podría ceder por el peso de las crecidas.
El ejército alemán ha movilizado a 900 soldados para ayudar con las labores de rescate y limpieza.
Al otro lado de la frontera, en Bélgica, la mayoría de los ahogados fueron hallados en torno a Lieja, la zona más afectada.
En la provincia holandesa de Limburgo, en el sur del país, los soldados colocaron sacos de arena para reforzar un tramo de 1,1 km (0,7 millas) en un dique en el río Maas y la policía ayudó a desalojar algunos vecindarios bajos.
Además, las constantes lluvias caídas en Suiza causaron desbordamientos en varios ríos y lagos. La televisora pública SRF reportó que una inundación repentina arrasó con autos, anegó sótanos y destruyó pequeños puentes en las localidades norteñas de Schleitheim y Beggingen el jueves en la noche.